Leo es un chico que apesar de ser muy inteligente sabe muy poco de él.
Solo sabe tres cosas:
Que es huérfano
Que es un mago
Y que está dispuesto a descubrir el pasado.
La pieza faltante para acabar la guerra y unir a los hermanos Black.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ℴ𝓃𝒸ℯ ✯
𝕱ingir es una de las pocas cualidades que poseo. No se cuando la adquiri, o si fue algo hereditario, pero siempre se me había dado bien.
Las personas suelen relacionar la palabra "fingir" con algo malo, por eso usaba un sinónimo "simular".
Simular que estaba bien cuando decidían no adoptarme era facil.
Simular que me gustaba la comida para que las instutrices no me castigarán también era fácil.
Incluso simular que podia patear el trasero de quién se metiera conmigo, lo era.
Pero simular que no sabía quién era el hombre detrás del ojo falso era la cosa más difícil que había hecho.
Cada que estaba frente a él solo podía tratar de imaginar su verdadera cara, la cara del mortifago.
Intentaba encontrar las mentiras en sus palabras, bombardeandolo de preguntas a tal punto en el que Jack me tenía que taclear para no delatarnos.
- ¿Quieres que nos asesine? Eres demasiada obvio Leo, harás que nos descubra -
Me repetía eso cada día, por semanas, pero el no sentía lo que yo.
La culpa me estaba matando, no haber dicho nada y saber que estábamos poniendo en peligro a los demás estudiantes era algo que no debería de importarme, pero lo hacía.
Jack creía que no había de que preocuparnos, pero la última prueba estaba cerca y podía notar un extraño sabor en el aire.
Incluso mis compañeros de cuarto me habían preguntado si estaba bien, habían notado mi actitud rara y mi fascinante forma de evitar preguntas.
Habíamos decidido decírselo a Potter, pero aún no teníamos pruebas y por más mierda que el chico haya vivido necesitabamos algo que no lo hiciera pensar que solo éramos unos tontos chicos de primero jugándole una broma.
Al no poder pegar ojo en toda la noche decido pararme de la cama para ir a dar un paseo.
Una de las cosas que me habían hecho amar Hogwarts fueron las estrellas, a comparación del Orfanato aquí tenía todo el cielo despejado para poder verlas, había descubierto nuevas estrellas que me habían cautivado.
Las observaba desde la ventana de mi habitación pero nada se comparaba a estar fuera y poder sentir el aire contra mis mejillas.
- ¿No puedes dormir? - el dueño de mis tortuosos pensamientos estaba sentado sobre una piedra observando al cielo.
- el insomnio es algo muy normal en mi vida profesor - respondí al mago para colocarme a su lado y llevar mi vista a arriba.
Después de algunos minutos en los que no me importo preguntarme en realidad quien estaba a mi lado el profesor suspiro para volver a hablar.
