Ataque

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¿Cómo puedo confiar en alguien que no conozco? Es el hermano de Wanyin, no mío, de Cheng.

O bueno, casi hermanos. Según los recuerdos del cuerpo, los padres de Wei Wuxian habían muerto en un incidente hace varios años, y su padre lo había adoptado. No es que su madre hubiera estado muy feliz, pero... Ellos lo habían ayudado. Pensaba en qué más debía tener en cuenta mientras estiraba su cuerpo, como si fuera a hacer gimnasia. Estiró los brazos hacia arriba, y luego movió el cuerpo. Se sentía realmente duro. Necesitaba entrenar. Decidió hacer una rutina de cardio que recordaba, nada realmente exagerado porque apenas estaba volviendo.

Al terminar suspiro claramente contento, en verdad era bueno volver a moverse... Unos días atrás pensó que todo había terminado y ahora... Dirigió su mirada hacia el cielo mientras se cubría con una mano, se sentía muy bien estar al aire libre.... Cuando un ataque de tos lo envolvió, era un residuo del veneno que había matado al dueño original y a él le tocaba lidiar con eso.

No contaba con que unos ojos lo estaban vigilando desde una ventana... El emperador Xichen lo estaba viendo ¿qué pretendía? Antes pasaba el día jugando y encerrado, pero ahora estaba volviendo a entrenar. Era un tonto... exponerse así solo haría que lo mataran más rápido que antes.

— ¿Qué está haciendo estos días?

— ¿Disculpe? - y quienes lo acompañaban lo miraron sin entender de qué hablaba.

—El consorte Jiang Wanyin.... ¿Cuáles son sus movimientos?

—Diariamente pasa unas horas en la biblioteca del palacio, ha estado leyendo sobre medicina y también varios sirvientes que tenía a su cargo fueron expulsados.

— ¿Y eso?

—Este sirviente se ha enterado que es porque fueron responsables de los venenos, también hace dos noches alguien puso unas flores que podrían haber provocado un problema respiratorio grave.

—...Sigue siendo un niño que no entiende la situación en la que está. Y sus movimientos se han vuelto débiles.

Anteriormente había dejado de importarle lo que hacía Wanyin, pero ahora...Quería ver cómo sobrevivía con ese estilo tan malo de pelea. Especialmente porque al verlo cuando despertó, su mirada era otra... Como si fuera otra persona. Desde donde estaba pudo ver como una figura envuelta en ropaje negros salía de la nada con una espada en la mano para abalanzarse hacia su consorte con claras intenciones asesinas. Seguramente era otro asesino, malditos guardias que no podían hacer bien su trabajo. Frunció el ceño al ver que Jiang Cheng tuvo que detener el ataque sorpresa, y le plantaba pelea además de evitar algunos golpes... Estaba luchando por su vida.

Suspiró ante eso. En serio... Debería cambiar los guardias.

Cuando nos conocimos no te hubieran dado problemas, te habrías deshecho de ellos enseguida.

—Envía un grupo de soldados en dirección al consorte -ordenó mientras colocaba las manos atrás y daba la espalda a la ventana, al tiempo que retomaba su camino-. Se nos hace tarde para la reunión y a mi tío no le agradará que llegue tarde.

En verdad, si su esposo iba a jugar a entrenar de nuevo al menos debía recordar tener mejor seguridad. Estaba buscando seriamente que lo mataran.

—Si, Majestad. Como ordene...

Jiang Cheng evitó otros golpes dirigidos exclusivamente a su garganta y pecho. Ese sujeto realmente quería eliminarlo a cualquier precio. Necesitaba deshacerse de él cuanto antes, o de lo contrario sería él quien terminaría muerto. Otra vez. Especialmente porque comenzaba a sentir que su cuerpo se quejaba por el ejercicio y los movimientos bruscos. Aún no estaba totalmente recuperado.

Seducirte para vivir - Vivir para seducirteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora