— Dos meses Xichen, tienes dos meses. O mejor dicho... hasta la ceremonia. Eso sí... prohibido tocar.
— ¿Qué? ¿Ni siquiera puedo acercarme a mi propio esposo?
— Si me quieres en tu cama... -lo apuntó con la espada- Deberás ganarte de nuevo mi confianza, porque ahora mismo... Si llegas a intentar tener intimidad conmigo, prepárate para que te haga sangrar, para que tu maldito vino este lleno de laxantes, o bien... que tu cama este llena de ortiga. En otras palabras: haré lo que este en mi poder para que no se concrete.
Y anunciarlo ahí, enfrente de los hermanos de ambos era definitivamente para que luego no pudiera decir nada. Nuevamente tuvieron otro enfrentamiento, aunque ya no tan intenso como el primero. Esta vez solo parecían medirse, sin embargo, en un par de momentos nuevamente parecía que volverían a lastimarse. Hasta que fueron interrumpidos.
— JIUJIU
Ambos hombres se detuvieron al reconocer la voz: era Jin Ling quien llegó apresurado hacia Jiang Cheng para abrazarlo por la cintura y mirar con el ceño fruncido a Lan Xichen. No había visto toda la pelea, pero si lo último y por los cortes que tenía su tío... Estaba preocupado.
— Mocoso, no puedo entrenar si me agarras así.
— Pero Jiujiu... Estas herido.
— Nada- le colocó una mano en la cabeza- Estoy entrenando, cuando lo haces es inevitable que te lastimes. No puedes hacer esto y no tener al menos callos en las manos.
Quizás él nunca había entrenado de ese modo, el manejo de espada que tenía era de las memorias de ese cuerpo. Pero... Si sabía que entrenar requería esfuerzo, requería que te dolieran los músculos.
— Ahora suéltame y déjame seguir entrenando, mocoso.
— Pero...
— Jin Ling escúchame...- lo tomó de los hombros para apartarlo y mirarlo a los ojos- Estaré bien. Estoy bien.
Jin Ling estaba preocupado. Lan Xichen podía verlo, pero no entendía porque parecía mucho más insistente que otras veces. Era como si... algo hubiera pasado de lo que no estaba enterado. Pensó en el veneno del ataque. En los ataques de tos de antes.
Quería preguntar. Quería averiguar más. Pero no tuvo oportunidad, ya que la llegada de un sirviente requiriendo su presencia en el Primer Palacio descartó toda posibilidad de hacerlo. Al menos con eso Jiang Wanyin decidió volver con él.
Momentos después, Lan Wangji y Wei Wuxian estaban observando el carruaje en el que partían ambos... Aunque la mirada del primero se desvió hacia su esposo quien parecía estar analizando las cosas.
— Wei Ying... Explica.
Podía notarlo en la mirada de su esposo: era como si revisara toda la información recolectada hasta el momento, además de sopesar y analizar con algunas nuevas. O detalles que quizás él no había notado. Cuando lo vio con una sonrisa, supo que había dado en el clavo.
— Lan Zhan, siempre tan listo... Pero ¿crees en los universos alternos? ¿en qué hay variedades de nosotros mismos? – vio que su marido lo miraba como pidiendo que se explayara- Creo... que mi A-Cheng no es realmente mi A-Cheng.
— ¿Un impostor?
— No, no. Piénsalo. Si existen realmente otros universos similares a los nuestros, también habrá otros de nosotros en esos universos. He estado pensando en esto desde hace un tiempo... ¿Qué pasaría... si una de esas versiones toma uno de nuestros lugares? ¿Lo notaríamos? Tengo la sospecha que el A-Cheng que despertó aquella vez es otro Jiang Cheng...
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Seducirte para vivir - Vivir para seducirte
FanfictionDespués de una pelea con su prometido en la mañana previa a Navidad, Jiang Cheng sufre un accidente. En un momento estaba en el frío pavimento deseando no haber sido tan terco y obstinado, con el frío calando entre sus huesos, y en un parpadeo, desp...