Capitulo 6.

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Los monstros no viven bajo tu cama. Ellos viven dentro de tu cabeza

Una prisión.

Frente a nosotros estaba una prisión, los patios estaban infectados de caminantes y seguramente el interior también.

Al estar en frente al alambrado, nos posicionamos en forma circular para evitar los caminantes que venían y matarlos mas fácil. Rick rompió el alambrado, entre después de Carl. Daryl y Papa lo cerraron. El patio estaba lleno de caminantes, no me quiero imaginar cómo esta adentro.

Un puntazo, como una daga me entro en la cabeza, sin embargo, lo ignore al comenzar a correr por los pasillos hasta llegar a las puertas.

—Es perfecto —susurro Rick —, tenemos que cerrar esa puerta, evitar que entren más de ellos y exterminar estos caminantes.

—¿Cómo cerraremos la puerta? —Pregunto Hersher.

—Yo lo haré. Ustedes cúbranme —Mire a papa con reproche, Maggie y yo negamos a la vez. —Soy el más rápido. — trata de justificarse.

Trate de habla, pero Rick me interrumpe.

—No, yo me encargare de la puerta — empezó a dar órdenes, en donde iría cada uno.

Seguí a Daryl y Carol a una torre, al estar todos en posición empezamos a disparar. Me concentre en disparar bien con el arco, últimamente no pude practicar como me hubiera gustado. Era mi oportunidad.

Deje de disparar cuando se me acabaron las flechas

Rick logro serrar la puerta, choque los cinco con mis compañeros y bajamos, se sentía bien no tener que pensar en huir por una noche.

—No teníamos tanto espacio desde la granja —Opino Carol, estaba feliz, todos lo estamos.

Tranquilidad y felicidad fue lo que sentí, hace varias noches no dormíamos como se debe, Debido a no tener un lugar fijo es difícil poder estar bien. La noche cayo bastante rápido, hicimos una fogata y comíamos el búho que caso Daryl esta mañana.

Me recosté contra Carl, él se acomodó mejor para que estemos cómodos, Maggie y Beth empezaron a cantar a pedido del Abuelo, si, ya le decía abuelo a Hershel y de vez en cuando a Maggie, Mamá

—Vayan a dormir, yo vigilare el perímetro —Rick señalo la prisión —, esta fue una gran victoria, pero tenemos que esforzarnos un poco más. Tienen un sanatorio, un comedor.

—¿Una armería?

—Si, debe estar afuera de la prisión, pero no muy lejos, armas, comida, medicamentos este lugar es una mina de oro.

Estuvimos de acuerdo, sería un gran logro hacerlo.



A la mañana siguiente nos preparamos para entrar. Si yo también entraría, todo estaba demasiado bien hasta que nos acostamos a dormir. La maldita daga del dolor se intensifico, causando que no pueda dormir correctamente.

El dolor no se comparaba cuando sucedió lo que la granja, era más soportable que aquella vez, pero seguía siendo dolor.

Maggie y Glen estaban en desacuerdo en que entre, pero tenía que hacerlo.

A escondidas estuve practicando mis "habilidades" y aunque no las puse aprueba en una situación real, pero era bastante buena explotando cabezas.

Al entrar nos acomodamos en un círculo, espalda contra espalda, uno se me acerco, le patee las piernas para que callera y le clave mi cuchillo en su cabeza. Los demás desde la reja gritaban para que los muertos vallan donde ellos.

La niña del CBC.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora