Epílogo

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"Quédate conmigo.
Cúbreme.
Abrázame. Acuéstate conmigo y sostenme en tus brazos.
Tu corazón contra mi pecho. Tus labios presionados sobre mi cuello. Me estoy muriendo por tus ojos, pero ellos no me conocen todavía. Y con esa sensación de olvido... estoy enamorado ahora". - Ed Sheeran.

"Kiss me" volvía a sonar en el reproductor de aquella habitación.

- ¿Ya estás lista? - le preguntó él. Mechi salió de la habitación con ese bikini fucsia que le hacía lucir ese bonito cuerpo que tenía. Ruggero tragó saliva. ¿Cómo lograba hacerlo? Hacía que se tensara en menos de un segundo. Ahora lo estaba, y mucho.

- Joder...

- ¿Qué? ¿no te gusta? - le preguntó entristecida.

- Me pone muchísimo.

Mechi puso los ojos en blanco, sin embargo, caminó descalza hasta él y le rodeó el rostro con las manos.

- Gracias por esto. Todo es... es demasiado para mí...

- Claro que no. Solo es una suite, en un hotel cinco estrellas, frente al mar. Es poco para lo que tú te mereces. - le sonrió. A Mechi no pareció ayudarle el comentario. - es tu regalo de cumpleaños.
- Sí pero...

- Pero nada. - la regañó, apretando su cuerpo contra el suyo. A Mechi le entró un ligero calorcito al cuerpo. La piel tibia de Justin la hacía estremecer. - además... - acercó sus labios a la oreja de ella, a la misma altura de su cuello. - tú vas a pagarme esto de otra manera.

Ella se mordió un labio.

- ¿Enserio?

- Sí, y lo primero que harás será modelar para mí con ese precioso bikini... - bajó la mirada, comiéndose mentalmente todo lo que podía divisar. - me pone mucho enserio.

- La pregunta sería que es lo que no te pone...

- La pregunta sería que tienes tú que me excita muchísimo.

- ¡Tonto! - trató de apartarlo, pero a la misma vez él la atrapó entre su cuerpo. Mechi bajó la mirada, encontrándose con los músculos bien formados de Ruggero. Este se inclinó un poco. Ahora un poco más, alcanzándole los labios y besándoselos suavemente. Todo esto era... era magnífico. Hace un mes, Mechi había impedido que él lograra irse a Rusia. Después de un mes... estaban juntos... besándose como solían hacerlo. Mechi cumplía años mañana. Los dieciocho... y vaya que tenía una buena forma de celebrarlo.

- Te amo, tonta... - le dijo en medio de un beso. Ella asintió, mojándose los labios con la lengua, y él logró alcanzársela, mezclándola con la suya. Y Ed Sheeran cantaba. Y él... que volvía a besarla. Que delicia. Había mordido un labio suyo. Y nada más importaba. Nada más que los dos. No más diferencias. Solo ellos. Ningún límite de tiempo. No más veinticuatro horas. Si no esta vez... para siempre.

Fin.

Y este es el final! Espero que les haya gustado esta historia.
Pronto subire mas novelas, no se cuando, pero lo voy hacer, estoy con la escuela y no tengo mucho tiempo, asique nada, no es un adios, sino un hasta pronto

''24 HORAS'' Novela RuggechiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora