- Sube rápido. – le dijo él. Mechi subió una pierna y luego la otra. Divisó por última vez el edificio del departamento de Ruggero. Un intenso regocijo le invadió el corazón. Lo estaba dejando… - ¿traes todo lo necesario? – preguntó Jason, notando que Mechi se encontraba pensando en otra cosa. En otra cosa y en alguien más. – oye…¿estás bien?
- Sí. – afirmó. Se volteó para mirarlo. Envuelta en esos bonitos ojos azules que él siempre había tenido y que a ella siempre le habían llamado la atención. Se acercó y besó suavemente sus labios. Jason se quedó atónito, en su sitio, y poco a poco fue acoplándose al ritmo de su boca. La apretó de la cintura.
Mechi no se detenía, y no se detendría. Quería sentir que estaba haciendo las cosas bien… que Ruggero no le importaba, que seguía enamorada de Jason como tanto había pensado. Que no se equivocaba.
Se separaron. Jason le dedicó una bonita sonrisa que la calmó muchísimo. Encendió el contacto del auto y este fue alejándose poco a poco de la casa de Ruggero.
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Ruggero no conciliaba el sueño. Ella no lo dejaba dormir. Ella y su maldita presciencia hasta en los sueños. No podía soportar tenerla a dos puertas de la suya y no poder ir por ella… no poder besarla, no poder acariciarla… le jodía infinitamente. De una manera brutal. Intensa. Jamás pensó sentirse así por alguien. De pronto recibió una llamada. Observó su identificador de llamadas, el número de Jorge Blanco –su mejor amigo – sobresalía.
- ¿Qué pasó? – preguntó Ruggero, una manera amable de saludar, pues no se sentía con ganas de nada.
- Vaya… ¿tan mal te tiene? – preguntó Jorge. – por eso yo le he dicho a Robert que me encargue los casos de veinte años para arriba, así yo también termino ganando. – se rio en el teléfono. A Ruggero no pareció darle gracia.
- ¿Qué quieres?
- Ya enserio, necesitas follar.
- Te lo preguntaré una última vez… ¿Qué quieres?
- Llamaba para ver cómo estaba mi mejor amigo. Pero mírate, parece que quieres matarme.
- No estoy de humor. El trabajo me tiene así.
- Robert contó que te habías escapado… y que la propia Mercedes Lambre le llamó quejándose. Vaya mujercita.
- Sí, eso pasó. Pero fue mi culpa del todo.
- Querías divertirte, te entiendo, segura ella no…
- Mercedes es diferente.
Jorge frunció el ceño. Aquello le había sorprendido sobremanera.
- ¿Lo han hecho?
- Joder, ¿qué te importa?
- Solo pregunto.
- Da igual si lo hemos hecho o no, a ella le gusta otro tipo. – se mordió los labios. Esa frase, aquella que él mismo había dicho, le dolía en el alma. Endureció los pómulos.
- ¿Pero y qué? Me han contado que tiene diecisiete, que es una niña problemas… hay mejores en el mundo y lo sabes perfectamente.
Ruggero cerró los ojos. Hay millones en el mundo. Incontables. Todas pueden ser perfectas. Pero ella había sido hecha a su medida. Justo como la necesita.
- Tú no la conoces. – Ruggero.
Las palabras Ruggero hicieron reaccionar a Jorge. Este abrió los ojos. Estaba más que sorprendido con lo que acababa de escuchar. De un momento a otro llegó a pensar que ya no estaba hablando con el mismo hombre de siempre… que había cambiado… que estaba…
- ¿Estás enamorado de ella?
Holaaa, aca esta el capitulo, como prometi, tarde un poco en subirlo, porque no me dan los tiempos! Si puedo subo mas a la noche. Besoooos!
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''24 HORAS'' Novela Ruggechi
RomansA Ruggero Pasquarelli le han encargado el caso de Mercedes Lambre y la misteriosa desaparición de los miembros de su familia cada 24 horas. Deberá protegerla hasta que esta sea mayor de edad y pueda defenderse por sí sola, mientras tanto... ¿será ca...