Heridas y misiones nuevas.

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Eso de estar en cama no es nada de mi agrado, incluso herido podría caminar o hacer informes, pero después de una semana y el buen equipo médico de la asociación logré recuperarme pero necesitaba recobrar fuerzas, por ello, mi madre me ayudaba con un entrenamiento ligeramente menos duro del que habitualmente me hacia hacer.

-Muy bien peque, tu fuerza, agilidad, velocidad y destreza están como las recordaba, pero no olvides de mejorar si?

Suspiraba agitadamente debido que y recalcó el entrenamiento era: "ligeramente menos duro", seguía siendo agonico

-En-entendido... Madre.

-jum jum, recuerda que el aire esta arriba hijo.

Tenía razón, así que deje de estar mirando el piso y con las manos en las rodillas para levantar la cabeza y poner mi torso recto sacando el pecho

-Eso es todo, retirate a tu cuarto, bañate, come algo y ya te informaré sobre tu próxima misión, nos vemos.

-Si señora...

Vi el rostro de mi maestra de una expresión feliz a una de tristeza.

-Digo madre, nos vemos.

Su expresion feliz había vuelto, me fui como dijo mi madre, saludaba a los soldados de camino a mi cuarto, al llegar me quite el uniforme de entrenamiento y las vendas que tubo que ponerme madre por heridas generadas por el entrenamiento, agarre mi toalla y fui al baño para tomar una ducha fría, al terminar me cambie por el uniforme de combate estándar, y fui al comedor para finalizar la lista, ya en el comedor, toma una bandeja y me forme, al ser mi turno di mi bandeja para que me sirviera la comida del día de hoy, agradecí y me fui a una mesa vacía para comer tranquilamente, algunos soldados llegaron para sentarse, no me opuse y tuvieron una charla mientras comían y una qué otra vez me invitaban a hablar con ellos y para no ser grosero participaba, fue agradable pero al terminar me fui a mi cuarto.

-Oye peque me recibes?

Era mamá, traía conmigo la radio por si cualquier cosa

-Te recibo.

-Me alegra oírte, se requiere tu presencia en el centro de mando, ven lo más pronto posible.

-Voy para allá.

Deje la radio en el lado derecho de mi cadera y fui hacia donde me requerían, tarde un poco ya que estaba lejos y la base era enorme, pude ver a mi maestra en la entrada de la sala de reuniónes.

-Oh, hasta que llegaste.

-Hola madre, espero mucho?

-Para nada, ven entremos.

Abrió la puerta y pase junto con mi maestra y estaban otros soldado más y algunos generales todos con rangos militares de alto nivel.
Era una reunion acerca de la coalición y otras milicias con intenciones nefastas hacia la humanidad.
Duro unas 2 horas o tal vez un poco más pero el punto de la reunión quedo claro, lugares y personas de interés para el mando teníamos que salvar o erradicar...
Gracias a la información que adquirimos, tenía la tarea de limpiar una casa de seguridad de la coalición sus intenciones es hacer un atentado en una estación de ferrocarril bastante concurridas por civiles en el estado de California.

-Entonces ya es hora de que parta, madre.

-Así es, cuidate porfavor... Acaso eso es?...

-mmm?... Oh, si...

La maestra se refería al reloj que me regalo por mi primera misión.

-Gracias por el regalo, lo cuidare bien, lo prometo.

Mi deber es mi propósito. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora