Águila al asecho, Parte 2

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Narra Nick.

Nos encontravamos en medio del bosque, nos dirijiamos al campamento que nos habló Blaz en el interrogatorio.

-Disculpa por preguntar conejito, pero cuanto falta?

-mmm...

Desplegue una pequeña pantalla en mi pecho que servía de GPS para no perdernos por el bosque.

-No mucho, 4 kilómetros más adelante estaremos en el campamento.

-Vamos a llegar directamente!?

-Negativo, 2 kilómetros lejos del campamento nos ubicaremos en una zona de observación para vigilar el pueblo de lejos.

-Oh, eso suena mejor.

Caminamos un rato más, no hablamos en un rato hasta que Faren decidió romper el silencio que nos rodeaba.

-Puedo hacerte una pregunta conejito?

-Adelante.

-Cuanto tiempo llevas en esto?, Ya sabes...

Refiriéndose a mi enlistamiento militar.

-Mmm... Hace aproximadamente 3 años inicie mi entrenamiento, pero empecé a realizar misiones hace 1 año.

-3 años?!!, pe-pero pareces todo un soldado, tus métodos son, aterradoras!!

-Baja la voz, pero supongo que es por mi entrenamiento.

-Eso... Pero tu voz y frialdad no ayuda jaja.

-... Puedo hacerte una pregunta también?

-Deacuerdo.

-A quien estas buscando?

Su estado de ánimo había cambiado a uno más hostil.

-Eso no te incumbe...

-Eso puedo entenderlo, disculpame por preguntar, debe de haber hecho algo inperdonable.

-En eso tienes razón, cuando lo encuentre... lo haré pagar.

-No lo dudo, pero como te dije antes, no tienes porque hacerlo sola.

-Lo tendré en cuenta.

Como le dije antes, a los 2 kilómetros nos detuvimos, Faren sugirió que nos ubicaramos en una zona más alta, la seguí con dirección hacia una pequeña colina, Faren decía que era una zona perfecta, por la cobertura de los árboles.
Mi reloj daba las 4 de la tarde, tenía un plan.

-Faren, te parece si atacamos en la noche?

-Mmm... No suena mala tu propuesta pero...

Faren soltó un bostezo largo.

-aaaa, alguien debe quedarse vigilando.

-Yo puedo hacerlo, tu descansa.

-No, no gracias yo puedo...

-No era una sugerencia, te vez agotada, así que duerme un poco.

Suspiro resignada.

-Deacuerdo, toma mi rifle pero no te acostumbres.

-10.4

-Muy bien, con tu permiso.

Faren se había acostado en mi espalda baja hiba a reclamarle pero se había dormido muy rápida.

7 Horas más tarde.

Me había quedado solo, vigilando el pequeño pueblo donde salían camiones cargados por contenido desconocido y escoltados por camionetas, estuve todo el tiempo analizando el pueblo, memorizandolo y planeando en todo lo malo que podría ocurrir.

Mi deber es mi propósito. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora