Absalon:
No sabía cuánto tiempo había dormido pero era seguro que mucho, por lo que me levanté de forma perezosa, no me había levantado en todo el día y aún no era de noche, mi estómago estaba vacío y luego me di cuenta que no estaba en mi casa. Me costó ubicarme en tiempo espacio, definitivamente estás paredes llenas de dibujos, pinturas y fotos de corea, las colchas, los edredones, la cama matrimonial, la lámpara de lava y la librería llena de libros de historia no eran míos.
Sabía dónde me encontraba, cerré los ojos queriéndome sentir avergonzado, pero eso había quedado en el pasado, diez años atrás cuando apenas íbamos al colegio con Isaack, pero después de tanto tiempo, de tantas fiestas, de tantas cosas juntos esa casa ya era mi segundo hogar; las primeras veces que había despertado no me había dado cuenta de dónde estaba porque ni siquiera había prestado atención a mi entorno.
Me levanté y fui directo al baño, dónde lo primero que ví fue mi reflejo, no había señal de la borrachera del día anterior, no había ojeras, no había palidez enfermiza, solo estaba yo sin camisa y en boxers, lo único fuera del lugar era que me estaba muriendo del hambre, recordé que no había comida nada desde el día anterior.
Me quite la única prenda que cubría mi cuerpo y me metí a la ducha, deje que el agua me recorriera, cerré los ojos dejándome llevar por el recuerdo de los sueños que había tenido todo el día, no sabía porque me estaba acechando un recuerdo de siete años atras, se suponía que ya lo había superado aunque a veces la duda sobre que había pasado con ella me albergaba, aunque desaparecía tan rápido como aparecía, alejo los pensamientos y me concentre el bañarme.
Salí de la ducha, recogí el boxer y lo tiré a la ropa sucia, tome un pantalón buso, una camisa negra holgada porque a Isaack le gustaba usar ropa tres tallas más grandes que la suya, tome calcetines y así salí baje a la sala donde ví a Isaack acostado en el sofá apoyado la cabeza en las piernas de Ibbie, su hermana mayor, peleando sobre la película que veían, sus padres al parecer no estaban en la casa.
-... aburrido- escuché que decía Isaack.
-¿Estás demente?- sonó indignada -. Solo la he visto diecinueve veces, tu has visto más veces Shrek y no digo nada.
-Shrek es mil veces mejor que interestelar, tiene mejor trama- volteó los ojos.
-Tan temprano y ya están peleando- intervengo porque su pelea se podría hacer eterna.
-¡Absy!- Ibbie golpea la cabeza de su hermano y la quita de sus piernas haciéndolo caer del sofá.
Ella se apresura a llegar corriendo hacia mi envolviendo sus brazos en mi cuello y piernas en la cintura, me tambalee un poco por el impacto de su cuerpo pero logre mantenerme de pie y devolver su efusivo abrazo.
-Temprano para tí, dímelo a mi que he tenido que aguantar a esa todo el día - se queja su hermano sobando su cabeza y levantándose del suelo.
-"Esa" tiene su nombre, y respétame, soy tu hermana mayor- ella se alejo solo un poco de mi desenvolviendo sus piernas de mi cintura pero sin soltar mi cuello.
Lo cual no era bueno porque estaba haciendo estragos en mi espalda al ser ella muy pequeña, me sonrió y dió un beso en la comisura de mi boca antes de alejarse por completo, su hermano volteo los ojos, antes de apartarla y poner distancia entre ambos. Ambos eran muy diferentes, mientras que Isaack tenía una personalidad sarcástica y venenosa, su hermana era todo sonrisas y coqueteos, mientras el usaba ropa súper holgada, su hermana vestía con minifaldas y tops ajustados de cuero, el no tenia tinta en su piel, ella tenía un brazo y una pierna cubiertos por completos de tatuajes.
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La Chica Del Árbol
RomanceLa vida de Luz cambio drásticamente después de su primer encuentro con aquel chico, quien desesperado había buscado ayudarla, sus lagrimas nublaron su vista y su rostro se encontraba borroso en su memoria, pero un detalle que nunca olvidaría era su...