Luz :
"Fisrt of the year" de Skrillex resonó en las paredes de mi habitación, yo solté un quejido mientras palpe la mesa de noche buscando mi celular para apagar la alarma por tercera vez; intenté volver a quedarme dormida pero era imposible, una vez me despertaba reconciliar el sueño era una tarea casi imposible, me removí entre las sábanas intentando buscar la pose correcta, no lo conseguí.
Con un gruñido abrí los ojos, desordene mi cabello y me senté haciendo que la cobija quedará atascada en mi cadera, me estire haciendo crujir mi cuerpo, busque mi teléfono en la mesita de noche para observar la hora; afuera aún no es observaba indicios de luz solar y tenía sentido ya que aún faltaba media hora para las seis.
Apenas había conseguido dormir tres horas, era más de lo que había dormido en el resto de la semana; sabiendo que era causa perdida intentar dormir de nuevo me levante. Había cometido la estupidez de poner la alarma porque según si iba a conciliar el sueño cuando decidí acostarme a la diez la noche anterior, pero estaba equivocada, luego de media hora dando vueltas en la cama me levante frustrada y termine pegada a la computadora terminando mi trabajo casi a las tres de la madrugada.
Me dirigí hacia el baño a darme una ducha, luego de vestirme y salir por el pasillo que daba a la sala no sabía muy bien que hacer era muy probable que Serena- mi mejor amiga, mi prima y compañera de piso- se encontraba dormida porque a diferencia de mi ella no tenía problemas para quedarse dormida, sino para despertarse.
Llegué al salón y no me sorprendió para nada ver a Sean sobre una silla, trepando hasta la alacena para poder alcanzar su cereal, sonreí y me acerque justo en el momento en el que el bajaba de la silla y daba la vuelta, abrió los ojos hasta el tope como alguien que habia sido cachado haciendo algo indebido.
Teníamos está costumbre de encontrarnos en las mañanas, porque el era como una gallinita, de esas que se duermen súper temprano y se levantan super temprano, por eso no me alarmaba encontrarlo a las seis de la mañana en la cocina.
—¿Qué tienes escondido allá atrás?—incline mi cuerpo para ver, había actuado rápido cuando me vio y escondió el cereal tras su espalda.
—Nada— sus mejillas se colocaron, señal de que mentía pero eso yo ya lo sabía.
—Sean— le di una mirada para que no dijera mentiras y alargue mi mano para que me enseñará.
Con un suspiro de resignación saco la caja detrás de su espalda y me la enseñó, sonreí y le desórdene el cabello para luego tomar la caja y ponerla en la isleta, luego lo cargue y le di un beso en la mejilla, andaba vestido con su traje completo de Donatello de las tortugas ninjas, sus mejillas aún estaban sonrojadas y su cabello color chocolate desordenado y sus ojos saltones azules. Lo apapache contra mi en lo que el reía y decía que lo apretaba mucho.
Lo deje en uno de los taburetes de la isleta, saque dos tazones y la leche para poder hacer el cereal, servi primero la leche y un jadeo salió de el, así que me detuve y lo observé.
—¿Qué haces?— me preguntó y lo quedé viendo desconcertada.
—Servir nuestro desayuno—respondí obvia.
—¿Sirviendo la leche primero? Así no se hace tía — me regaño.
—¿Entonces cómo? Muéstrame — le pase su tazón vacío, se enderezó en su asiento y asintió.
ESTÁS LEYENDO
La Chica Del Árbol
RomanceLa vida de Luz cambio drásticamente después de su primer encuentro con aquel chico, quien desesperado había buscado ayudarla, sus lagrimas nublaron su vista y su rostro se encontraba borroso en su memoria, pero un detalle que nunca olvidaría era su...