6. Maldita mala suerte.

7 2 0
                                    

Luz:

Tamborilee los dedos en el volante mientras sonaba Every Breath You take de The Police. Iba tan concentrada en la canción que no me percate del auto que venía atrás hasta que prácticamente lo tenía sobre mi, estaba tan cerca que rayo el costado derecho, el golpee me hizo perder el equilibrio y tuve que maniobrar el volante para no chocar contra algún poste, camión o el otro auto. Frene de golpe girando el volante hacían un costado para no obstruir el tráfico y subiendo a una acera que gracias a lo divino no estaba transitada, el movimiento hizo que me impulsará hacía adelante por la forma brusca en que me detuve, toque la bocina como loca mientras el corazón me martilleaba en el pecho, el conductor del otro auto no se detuvo y siguió su camino dejándome allí con los nervios de punta y el cuerpo temblando del susto.

Me desabroche el cinturón con manos temblorosas, en el instante que abri la puerta el aire frío me golpeó provocando que un escalofrío me recorriera el cuerpo completo, recordándome que el vestido que llevaba me dejaba los brazos descubiertos, baje, tuve que sostenerme de la puerta para no colapsar porque había perdido la fuerza de las piernas por el susto,me masajee el pecho para tranquilizarme, me abrace a mi misma buscando darme calor ante el gélido viento que me acuchillaba; camine con temor porque la cera estaba húmeda y resbaladiza y yo llevaba, como siempre, tacones de tacón fino. Di la vuelta para ver el golpe, la puerta de copiloto tenía una gran hendidura y todo el costado estaba rallado, solté un jadeo al ver a mi Lilo así de maltratado; el golpe había sido más fuerte de lo que había pensado, era un milagro que no hubiera ocurrido nada más.

Baje la vista y una de las llantas estaba pinchada, molesta con todo lo que había sucedido le di una patada.

Lo siento, Lilo.

El golpe no ayudo a descargar el enojo sino más bien me lastimo el pie, solté una maldición y regrese al asiento del piloto y busque el celular donde tenía el número del seguro para que me mandarán una grúa, al tomar el teléfono observé la hora soltando una maldición peor que la anterior, las cosas definitivamente no iba a mi favor ese día. Tenia que pasar por mis sobrinos en la escuela y ya iba retrasada por veinte minutos.

Llame a la aseguradora y me dijeron que tenía que esperar una hora por la grúa, otro canto de maldiciones salió por mi preciosa boca antes de colgar furiosa, no con el de la aseguradora sino con el maldito destinó por mi maldita mala suerte. Luego tuve que llamar a Serena para avisarle que iba retrasada.

-¿Ya estás con mi chiquito?- fue lo primero que dijo al contestar.

-No, lo siento, tuve un accidente- me lamenté -. Un imbécil choco contra mi Lilo y se fue, tengo una llanta pinchada y la grúa llega en una hora.

-¿Estás bien?- pregunto asustada-. ¿Estás en el hospital? ¿Te golpeaste? ¿Llamo a una ambulancia?.

-Tranquila, estoy bien, solo estoy molesta con la vida en este momento- la calme-. Voy tarde a recoger a Sean.

-No hay problema, llamaré a su maestra y le explicaré la situación - me tranquilizó.

-Tomare un taxi, creo que puedo recogerlo y regresar antes de que venga la grúa - suspiré frustrada.

-¿Y Levy?-me recordó.

-Mierda, lo había olvidado por completo -me lamenté sobando mi frente, estaba a punto de darme una jaqueca-. Lo llamaré, el puede esperar en alguna cafetería cerca del colegio.

-¿Estás segura que te encuentras bien?- sabía que no estaría tranquila hasta que me viera en persona.

-Lo estoy, en perfecto estado- abrí la camara y tomé una foto para enviársela y que estuviera tranquila-. Cómo puedes verlo.

La Chica Del ÁrbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora