XIII

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Shinichiro salió de la habitación, dejando a Izana y a Mikey solos

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Shinichiro salió de la habitación, dejando a Izana y a Mikey solos. Necesitaba tiempo para procesar todo lo que acababa de escuchar. Se dirigió a su moto que estaba aparcada. Se puso el casco y subió a la moto, arrancándola con un rugido.
Mientras conducía por las calles de la ciudad, su mente estaba en un torbellino. No podía creer lo que acababa de escuchar. Su hermano menor, Manjiro, estaba embarazado. Y el padre del bebé no era Draken, como él había asumido por lo que pensó sería obvio, resultó ser Izana. Era demasiado para asimilar pronto.
Shinichiro se detuvo en un parque cercano, apagando la moto y quitándose el casco. Se sentó en un banco, mirando al vacío mientras intentaba ordenar sus pensamientos.

—¿Cómo mierda ocurrió esto?, ¿Qué debería hacer?

Sentía que debía estar enfadado. Izana le había hecho un cachorro a su hermano menor, había roto la confianza que había entre ellos y la situación no era para menos, era grave por que se trataba de un embarazo adolescente que sería juzgado por muchos. Pero por alguna razón, no podía sentirse molesto. En su lugar, sentía una extraña mezcla de alivio y preocupación.
Alivio, porque ahora entendía el por qué Manjiro había estado actuando de manera tan extraña últimamente, su mala salud... No estaba enfermo y eso lo relajaba.

Su preocupación era debido al no tener idea de cómo iban a manejar esta situación tan complicada. Manjiro era aún muy joven, y aunque Izana era mayor de edad con sus 19 años, pero tampoco estaba seguro de si estaba preparado para ser padre. Al final, tener 18 no te hace adulto, sólo te hace legalmente responsable de tus acciones.
Shinichiro suspiró, pasando una mano por su cabello. Sabía que tenía que hablar con Izana, tenía que entender por qué había hecho lo que hizo al dejarse llevar. Y también tenía que hablar con Manjiro, para asegurarse de que estaba bien. Que todo había sido consensuado.
Pero por ahora, necesitaba tiempo para procesar todo. Necesitaba tiempo para entender cómo su vida había cambiado tan drásticamente en tan poco tiempo o digerir las responsabilidades tan tempranas que la vida le daba desde que era un niño.
Con un último suspiro, Shinichiro se puso de pie y volvió a su moto. Tenía mucho en qué pensar, sabía que la noche sería larga. Pero también sabía que, sin importar lo que pasara, siempre estaría allí para sus hermanos. Porque al final del día, eso era lo que más importaba.

—¿Por qué mi vida tiene que ser tan complicada? Maldita sea, ¿Es acaso este mi castigo por nacer primero?

Sería tío... Iba a ser tío, pero más que eso, sentía que esa criatura sería como un nieto para el. Shinichiro no veía, ni percibía a Manjiro como su hermano menor, si no como a su hijo, era su bebé. Emma también era su princesa, su pequeña hija. Izana era el único al que sí veía como a un hermanito y por eso se le hacía tan raro todo.

Después de un rato en el parque, Shinichiro decidió que era hora de volver a casa. Pero antes de que pudiera arrancar su moto, una voz familiar lo llamó.

—¡Shin!

El azabache se giró para ver a Wakasa corriendo hacia él. Era su mejor amigo desde la infancia, siempre estaban juntos y se apoyaban mutuamente en todo, desde cosas serias hasta las travesuras más idiotas.

Aunque Digan Que No Soy Tu Tipo [IzanaxMikey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora