Mastermind [Young Miko]

Capítulo treinta y ocho: Lo que éramos

¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes? ¿Hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase? ¿Hasta el punto en el que estar con ella ya es suficiente, cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante? Yo sí.

—Diario de una Pasión

Confía, los planes de Dios son perfectos

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Mi primera noche de Valentines iba cómo quizá todo el mundo esperaba, despertar al lado de quien amas, llenarla de regalos y ser bañada en los suyos, fundirte en sus labios, pasar las horas en conversaciones que solo ustedes comprenden y drogarte de su amor. Y como la cereza del pastel un objeto que simbolizara la intención de querer seguir juntas a pesar de las diferencias

Pero el Señor sabe que recién estaba curándome de todo el daño que la mujer frente a mí me había sometido hace poco, sin intención al parecer, pero igualmente era lacerante. "Está bien" suspiro hondo tratando de recuperar mi sonrisa, lo logro porque me obligo a creer que solo es un regalo "de promesa entonces, uh...yo no he traído nada más" admito corriendo la mirada y recuperando mi mano, sintiendo el aro quemarme la piel

"jum" emite este sonido complacida tomando mi rostro entre sus manos haciendo que la vuelva a ver, luce preciosa, brillante "no es necesario" se inclina depositando un beso casto "te estoy prometiendo que no importa qué pase después, te quiero para el resto de mi vida"

Debería ser un momento feliz

Sé que sí

Pero algo dentro mío, muy en lo profundo me decía que esto era otra de sus acciones impulsivas

No me lo había pedido pero si era de promesa suponía que no me lo debía quitar, inclusive si había averiguado el precio de cinco cifras que valía, me encargué que nuestro tercer mes sea tal cual mi gusto y viajamos en auto a Universal studios hollywood, entonces pasó que me sentía más cómoda y con menos miedos. No había nada qué recriminarle a ella estos días, quizá porque solo estábamos juntas, sin otras personas, pero no me importaba. Sentía que el anillo que adornaba mi anular ya no me quemaba tanto, el viaje a Miami fue caótico en el sentido que era la primera vez que viajaba con todo el equipo, aún no me acostumbraba a ser mimosa frente a otros como lo éramos en privado pero para que Vicky no sintiera la diferencia en mi trato a comparación de otros días recibía sus besos y abrazos devolviéndolos con la misma naturalidad que ella. Como dije, Miami es de mis ciudades menos favoritas pero tenía el plan de hacerlo todo sencillo y de hecho resultó muy bien, me divierto y disfruto de su show, en una primera instancia Mariana me indica que estaremos cerca al escenario viendo todo pero en la zona de prensa independiente reconozco a un amigo/conocido peruano que es fotógrafo y me quedo en esa zona, además aprovecho en regalarle las flores que llevaba tiempo queriendo darle con ayuda de Jason, el fotógrafo. "qué buenas fans tengo~" ronronea abrazándome por el cuello

"ew ew ew" la alejo del pecho "desinféctate esa mano" señalo con la que agarró las bragas de quién sabe quién "con ácido" se ríe avergonzada alejando su brazo izquierdo de mí y besándome

"gracias por mis flores"

Hasta esos días

Yo vivía en un cuenta de hadas

Pero uno en el que la ansiedad no abandonaba mi sistema y si lo hacía era solo por periodos cortos, como cuando esperas la fecha de un examen muy importante o la respuesta de algún avance en tu trabajo. Hasta que la fecha llegó

Me sentía desesperada

Pero no como cuando se me ocurren soluciones

Me sentía absolutamente perdida