Mastermind [Young Miko]

Capítulo treinta y cuatro: pink, violence and sex

Motel halls, neon walls
when night falls, I'm your scape

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No pensaba dormir, de hecho no tenía la intención de hacerlo pero el cansancio puede más. Despierto sola y me doy prisa a buscar mi ropa en la secadora, el ruido del primer piso me indica que todos ya están despiertos, me saludan relajados como si lo de anoche fuera su pan de cada día y Victoria se acerca con un plato "ven, comamos aquí"

"está bien así, gracias" de hecho me muero por algo de agua "el uber está afuera, tengo una reunión" me aseguro de hablar en voz alta para que los demás piensen que no estoy siendo dramática por irme tan rápido. Me despido con un solo saludo para todos alejándome. Obviamente no hay ningún uber, con tacones y todo debo caminar hasta dar con alguna calle principal, el taxi me deja en el iShop en The Grove donde reparan mi móvil mientras paseo por las tiendas, tengo mi propio brunch en silencio mirando a las personas ser felices, tengo una sensación de calma extraña

Como la calma después de la tormenta

¿o era antes de la tormenta?

No lo recuerdo bien

Han remodelado el Fisher Price de aquí y veo la tienda casi llena, así que para matar tiempo—porque la dependiente me dijo que tardarían tres horas— entro siendo mis fosas nasales ahogadas en este olor a lavanda suave, las risas delicadas de los niños no me resulta incómodo, al contrario, mecen a mi corazón lastimado en mi pecho, es extraño por lejos. "pero..." me burlo al ver a una dependiente en una silla alta dándole un peluche a una bebé que está en los brazos de su madre ¿está moviéndose...? la bebé deja de sollozar al minuto. Ah...yo quiero algo así, que con solo tocarlo me calme, lo necesito más que esa niña. "Hola..." me acerco cuidadosamente preguntándome si tendrá otra de muestra para darme.

"Hola ¿estás buscando algo en específico?" me sonríe súper dulce con el mismo tono con el que se dirige a los niños

"¿ese peluche...?" señalo un poquito a la mamá que está meciendo en sus brazos a su bebé

"¡oh! nuestra nueva nutria soothe n snuggle" gira revelando una fila de esos peluches "es un peluche relajante, es de felpa y su barriguita" presiona un poco el peluche haciendo que se ilumine de un amarillo cálido y comience a moverse de arriba abajo imitando la respiración "produce movimientos relajantes de esta manera logrando que tu bebé se calme de forma natural" me lo ofrece y pegado a mi pecho se siente muy real, me encanta

"También funciona en adultos" se ríe y me cuenta algo sobre servir de ayuda a algunas personas con ansiedad por sus capacidades sensoriales

"Puedes tenerlo mientras estés en la tienda, aún no están a la venta...estamos estudiando la reacción de nuestros clientes" chasqueo la lengua, es una lástima. Me paseo por la tienda con la nutria pegada a mi pecho, se siente muy lindo. No podría describirlo de otra manera. Debo dejarlo y regresar por mi teléfono, me alegra ver que solo fue la pantalla y todo lo demás está bien, la sensación incómoda vuelve a mí cuando el nombre de Victoria salta en mis notificaciones pero tan siquiera antes de entrar a whatsapp una llamada suya entra

"aló" mordisqueo mi labio sintiéndome ansiosa

Debo regresar por la nutria

"hola um..." su voz suave y con miedo me hace recordar a lo que dijo en el auto y mi corazón frágil aún herido vuelve a romperse

siempre te enojas por todo lo que hago, incluso cuando no hago nada, casi me da miedo hacer algo

"hola ¿qué tal?" intento sonar casual