Capítulo treinta y cinco: Sucio juego, sucia conejita

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I hope I don't lose you
please stay
I want you, I need you
Oh God

⚠️

Tenía la intención de ir directamente a casa para tener esta noche como un tiempo comodín para darle su espacio a Victoria, sin embargo cuando la fría brisa de febrero se cuela por mi saco me doy cuenta que quiero terminar el día con el calor del cariño de mi novia. No me rompo la cabeza pensando en por qué ella no me buscó cuando fue la última en decir algo horrible, todos cometemos errores, inclusive la perdono al instante cuando llego a su casa y veo que ha planeado una especie de fiesta, solo es música, luz tenue y cientos de botellas de mas alcohol del que puedo nombrar, incluso el olor a weed rompe un poquito mi corazón.

Sin embargo nada de eso importaba

No hasta que encuentro su cabellera blanca, ella apoyada en la pared sonriendo como si los días separadas no la hubieran afectado en lo más mínimo. No. Al contrario, la han revitalizado, conversando...con otra rubia.

Dios ¿sigues aquí conmigo?

El frío que sale de mí me obliga a conservar un poco de tranquilidad así que me acerco hasta que a unos tres metros levanta la vista. Y si mi corazón no se hubiera terminado de romper lo hace cuando su cara, una sonriente, se contrae prácticamente en espanto. Respira Mishka, esto ya acaba. Relamo mis labios y trago cualquier indicio de llanto "Mishka" pasa de la rubia dándole su vaso sin parpadear, mirándome como si no creyera lo que ven sus ojos y acorta los pasos hasta llegar frente a mí "no me dijiste que ibas a venir"

Parpadeo disipando las lágrimas y buscando darle alguna sonrisa sincera que le haga entender que no estoy enojada, y que no la odio "sí, lo siento" la sonrisa me tiembla y vuelvo a relamer mis labios "yo solo, es tonto" trato de reírme simple y lo logro, pero son por los nervios "fui a misa y, y uhm" hurgo el bolsillo de mi blazer mirando que no se caiga nada más "te traje esto" tomo su mano, fría por el vaso con alcohol y hielos que tenía hace un momento, dejando en su palma una pulsera de plata con el dije de la virgen "está bendecido, por el padre Damián" agrego "yo tengo uno igual" levanto mi brazo mostrándole el que rodea mi muñeca "es todo, yo...yo tengo más trabajo que terminar" apenas y puedo mirarla a los ojos, me mira de esta manera que no puedo entender, como confundida, como si no pudiera procesar lo que está viviendo. Cierro su mano haciendo que envuelva el brazalete "llámame cuando puedas" lucho un segundo entre si dejar un beso en su mejilla o un apretón en su hombro pero termino yéndome después de acariciar su rostro en un toque apenas de mis nudillos

Ahora sí

Dando zancadas y esquivando personas salgo de esa casa, ahora ya puedes llorar, está bien Mishka, sigues siendo una buena persona, o alguien decente, las circunstancias no te han cambiado el corazón, pase lo que pase no hagas daño a nadie, menos a alguien que amas

¿qué importa si ella me hace daño a mí?

Todo eso le pertenece a ella

Lo he dado todo, creo

Quizá me hubiese gustado la oportunidad de no corromper el amor tan inocente que teníamos en un comienzo "¡Mishka!" me detengo, pero luego sigo porque apenas y se ha escuchado, no acelero mi paso porque si lo hago tendría que comenzar a trotar, de nuevo la jodida garúa comienza "¡Mishka!" debo detenerme, la escucho muy cerca

"no te preocupes" comienzo apenas me giro encarándola y levantando mis manos mostrándole mis palmas "te juro que no vine con intención de arruinarte el mood" sueno honesta porque es cierto, ojalá pudiera regresar a la fiesta y seguir disfrutando "te prometo que estoy bien y solo quise ver que estuviera todo en orden" ya que a ti parece no importarte cómo estoy

Mastermind [Young Miko] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora