Jungkook se encontraba en una habitación tranquila, iluminada por la suave luz de unas velas, con los ojos cerrados y la respiración lenta y profunda. A su lado, un terapeuta especializado en la conexión con los lobos internos lo guiaba en una meditación profunda.
—Comienza por relajarte —susurró el terapeuta con voz calmada—. Siente cómo tu respiración se vuelve suave y constante. Deja que cada inhalación traiga tranquilidad y cada exhalación libere cualquier tensión que puedas sentir.
Jungkook siguió las indicaciones al pie de la letra, como lo había hecho en las sesiones anteriores, dejando que su cuerpo se relajara y su mente se aquietara.
Esta era la sesión más importante; esta vez intentarían despertar por completo a su lobo interior.
Con cada respiración, se sentía más conectado con su interior, más receptivo a las profundidades de su propia mente.
El terapeuta continuó: —Imagina que estás caminando por un sendero en medio de un bosque tranquilo. A medida que avanzas, sientes la calidez del sol filtrándose entre las hojas y el suelo crujiente bajo tus pies.
Jungkook visualizaba el paisaje en su mente, permitiendo que cada detalle cobrara vida con claridad. Sentía la suavidad de la brisa, el susurro de las hojas y la calidez de los rayos de sol acariciando su piel.
—Ahora —continuó el terapeuta en voz baja y serena—, aquí, en este espacio de tranquilidad, tienes la oportunidad de explorar los rincones más profundos de tu mente y tu corazón.
Jungkook, entregado a la guía del terapeuta, comenzó a notar un cambio en su entorno mental. Las sombras parecían moverse y disolverse lentamente, revelando un paisaje que le resultaba desconocido, pero al mismo tiempo extrañamente familiar. Frente a él, una cueva oscura se abría paso en la ladera de una montaña, y el aire que emanaba de su interior estaba cargado de una energía densa, casi tangible.
Con valentía, Jungkook avanzó hacia la oscuridad, confiando en que, en lo más profundo de la caverna, su lobo interior lo esperaba. A medida que se adentraba, la penumbra parecía envolverlo cada vez más, pero él continuó, impulsado por la firme determinación de hallar a su compañero de alma.
Finalmente, en la penumbra, Jungkook distinguió la figura de su lobo, acurrucado en el suelo, su pelaje negro resplandeciendo débilmente bajo la luz tenue que se filtraba en la caverna.
El lobo yacía inquieto, emitiendo quejidos desde su hocico mientras dormía, sus patas moviéndose con nerviosismo. Jungkook se acercó con cautela, sabiendo que el momento era delicado y que su lobo interior estaba vulnerable en ese estado.
—Hey, despierta... por favor, necesitamos hablar —murmuró Jungkook, dejando que su voz resonara suavemente en la penumbra.
El lobo, sumido en su desesperación y confusión, abrió los ojos y mostró los dientes en un gesto de amenaza, sus ojos centelleando con una mezcla de miedo y resistencia. Sin embargo, Jungkook se mantuvo sereno ante la reacción de su lobo, comprendiendo que aquella agresión no era más que una manifestación de su propia angustia interna.
—Entiendo tu miedo —dijo Jungkook con una voz suave y tranquilizadora—. Pero debes saber que nuestro omega ha vuelto a nosotros. Taehyung nos ha perdonado, y juntos podemos superar cualquier desafío que se presente en nuestro camino.
El lobo observó a Jungkook con intensidad, sus ojos reflejaban aún una mezcla de dolor y escepticismo, pero también una chispa de esperanza empezaba a brillar en su mirada.
Con un suspiro de alivio, Jungkook se acercó al lobo una vez más, extendiendo una mano con gentileza hacia su pelaje oscuro.
—Estamos juntos en esto, ahora y siempre —murmuró, dejando que cada palabra se impregnara de la promesa de apoyo mutuo—. Podemos sanar, poco a poco, si nos apoyamos el uno en el otro.
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DILEMMA | KOOKV
Teen FictionOMEGAVERSE | Jeon Jungkook, el alfa popular, hace una apuesta para conquistar al omega Kim Taehyung. Pero cuando los sentimientos entran en juego, las reglas cambian.