Juego De Tronos: El Terror Negro

Capítulo 7: El Pasar del tiempo:

Balerion pov:
Narración: Años 133 - 27 A.C.

Después de la Perdición el tiempo empezó a pasar sin muchas novedades y hubiera deseado que siguiese así hasta que el décimo día del tercer mes del año 128 A.C. murió Aenar; ese día sufrí mucho y creo que solo sufrí tanto la vez que murió Phertuxaes, Aenar durante años desde que lo conocí había sido mi amigo y si hubiera podido hablar también sería mi confidente, le tuve mucha estima pues a diferencia de otros humanos él fue un hombre sincero, honesto, honorable (hasta siento punto), buena persona y sobre todo una persona que siempre entendía a los demás (incluso cuando no compartía el idioma). En mi opinión fue un gran hombre con grandes valores morales de los que son muy difíciles de encontrar; su pérdida fue llorada por toda su familia e incluso muchos de sus súbditos, un hombre que quedaría vigente en los corazones de todos aquellos que tuvieron la dicha de conocerlo.

Tras la muerte de Aenar fue Gaemon quien lo sucedió como cabeza de la familia; Gaemon decidió, a diferencia de su padre, adquirir más territorios con una parte del dineral que trajimos con nosotros de Valyria. Gastamos 500 piezas de oro en conseguir los terrenos de Isla Zarpa y Marcaderiva a donde se trasladaron los Velaryon y los Celtigar.

La paz reinó por los años venideros hasta la muerte de Daenys el primer día del cuarto mes del año 108 A.C. y su esposo la siguió apenas dos años después; sus muertes me trajeron gran tristeza y tardé años en reparar las heridas que dejaron en mí.

Tras la muerte de ambos sus hijos mayores: Aegon y Elaena Targaryen asumieron el liderazgo de la familia y les fue bastante bien. Fue bajo su mandato que de los huevos que trajimos de Valyria tres lograron eclosionar: sus nombres fueron Vhagar, Sqhoutus y Meraxes; un trío de dragones bastante peculiar:

Vhagar: era una hembra de apariencia larga y delgada; su cabeza era bastante pequeña; sus escamas eran de color esmeralda oscuro con el pecho, el cuello, el vientre, parte de la cola y el cuero de sus alas de un color más lima; sus garras, dientes y cuernos eran de color negro y sus ojos eran rojos y profundos.

Shoutus: era el único macho del grupo; de apariencia robusta; una cabeza mediana con alas más grandes de lo normal; escamas de color dorado suave y partes como el vientre, cuello y alas de color crema; sus dientes y garras eran blancos como el marfil; mientras que sus cuernos eran dorados brillantes y sus ojos verdes destellantes.

Meraxes: era una hembra con proporciones promedio; tenía un cráneo muy grande para su edad; sus escamas eran plateadas en la mayoría de su cuerpo y blancas en zonas como el cuello, los pómulos, el vientre bajo y la mandíbula inferior; sus dientes, garras y cuernos eran blancos como copos de nieve y sus ojos dorados intensos.

Los tres fueron muy ruidosos en sus primeras lunas, aunque ninguno era capaz de hablar yo les instruí en cosas como cazar o volar y Jathaeron me ayudó como pudo en su crianza. Cada uno, mientras crecía, fue obteniendo características y personalidades únicas que los distinguían de los demás: Vhagar era inteligente, poco confiada, independiente y, de vez en cuando, calculadora; Shoutus es confiado, carismático y prodigioso, pero pecaba de orgullo con frecuencia; Meraxes era astuta, salvaje y la definición de libertad, es muy curiosa (y cariñosa cuando quiere). Cuando pasó la década los tres ya habían llegado a su máximo tamaño: Vhagar media 144m de largo, 130m de ancho (del ala izquierda a la derecha) y 50m de alto; Shoutus era de unos 90m de largo, 108m de ancho y 49m de alto, solo siendo un poco más pequeño que Jathaeron; y Meraxes tenía unos 138m de largo, 124m de ancho y 60m de alto; realmente eran un grupito capaz de provocar el fin del mundo: mira a Daenerys con sus tres dragoncitos y como puso a la Bahía de Esclavos a comer de su mano y luego imagina lo que pueden hacer estas tres catástrofes (tiemblo de solo imaginarlo). De todas formas soy el más grande, el más poderoso, el de más experiencia y (gracias al cielo) el más cuerdo, así que mientras yo esté a cargo no va a haber masacres (por lo menos no más de las necesarias).

Los años siguieron pasando y yo me fui aislando más y más de los Targaryen con cada luna que pasaba; empecé a usar poco a poco ese tiempo para poder vigilar a los demás dragones y todo siguió siendo así hasta que el año 98 A.C. empezó el invierno. Como era habitual me dediqué a dormir durante la mayor parte del día y en mi tiempo libre veía como les iba al grupo y como se adaptaban al cambio de estaciones. Para mí sorpresa se adaptaron con bastante facilidad y simplemente nos copiaron a Jathaeron y a mí; así pasamos el invierno cada cual en sus respectivos refugios: yo en mi cueva, Jathaeron dentro del castillo, Shoutus en otra cueva, Vhagar en el castillo y Meraxes alternaba entre el castillo y las cuevas de la isla (parece que desconoce el significado de: sentar cabeza).

Cuando el invierno acabó en el año 93 A.C sucedió algo que yo simplemente no esperaba: empezó nuestro ciclo de fuego. Para dar contexto: los dragones pese a poseer mentes privilegiadas con un intelecto superior al de los simples animales seguimos siendo parte de este grupo y como animales que somos tenemos una etapa (que en la mayoría de los casos es después del invierno) en la cual nuestras hormonas se descontrolan y nos ponen en un estado automático de celo; a esta etapa se le conoce como ciclo de fuego y su duración varía de 2 meses a 3 años. No les mentiré al decir que este ciclo es todo un problema porque hace que mis hormonas se vuelvan locas (y os digo sinceramente que es peor que la pubertad) y al mis hormonas estar en tal estado yo y los demás dragones nos ponemos muy agresivos; no sólo eso sino que también hay otro problema: la organización. Ahora os explico: los dragones somos una raza muy organizada y ahora que solo quedamos unos pocos el orden es un factor fundamental en la vida diaria; nuestra organización es muy compleja y tiene alguna que otra cosa extraña que no eh llegado a comprender del todo, pero para resumir es así: el macho más fuerte es el alfa del grupo (en este caso soy yo), la hembra más grande es la beta (Vhagar), el dragón más anciano es el gamma (Jathaeron) y por último están los omegas (Shoutus y Meraxes) que serían la mayoría del grupo (en el coliseo la organización era un tanto diferente por la falta de hembras). El alfa como os podéis imaginar puede ir a por cualquier hembra y ninguna le puede decir que no, la beta puede decidir con que macho reproducirse y puede dar negativas a los intentos de reproducción de rangos inferiores, el gamma en caso de ser macho puede elegir a cualquier omega con quien aparearse y en caso de ser hembra puede dar negativas a los omegas en sus intentos y los omegas que son los que solo son empleados por los rangos mayores para reproducirse y en el mejor de los casos se pueden aparear entre ellos si ningún rango superior los reclama; si parece una organización social bastante desigual pero les quiero recordar que en la creencia de los dragones (y de casi todo este mundo) el fuerte está sobre el débil, así que así es como funcionan las cosas si quieres sobrevivir.

El problema que hubo es que Jathaeron y Shoutus se empezaron a pelear por Meraxes (o más bien por el orgullo de Shoutus) tuve que intervenir antes de que la cosa subiera escalones y hubiera una pelea porque sé que de ese ser el caso habrá un muerto. Al final Shoutus tuvo que tragarse su orgullo por una buena temporada y yo me pasé las siguientes diez lunas recluido en mi cueva solo saliendo para cazar algo y el tiempo que quedaba eh estado recluido para intentar que mis hormonas se mantengan en calma.

El amanecer de año 92 A.C. nunca me pareció mejor después de haber superado mi ciclo de fuego y permaneció todo sin más cambios; los siguientes años los señores de Rocadragón fueron cambiando sucesivamente: después de la muerte de Aegon su hijo Aerys lo sucedió, después de su muerte sus hijos Aelyx y Baelon lo sucedieron, cuando Baelon murió fue su hermano Daemon quien ocupó su lugar, por último fue Aerion Targaryen quien sucedió a su padre y junto a su esposa Valaena Velaryon fungieron como Señores de Rocadragón y ocuparon el Trono de Vidriodragón.

Todo seguía tranquilo hasta que un día cualquiera del año 27 A.C. presencié algo que me hizo saber que el mundo tendría un gran cambio pronto:

En una noche de luna llena y un cielo claro de verano la bruma se hizo presente y en pocos respiros cubrió con su suave manto la isla de los dragones, en medio de la niebla pude escuchar el susurro de los bosques y los augurios de un nombre,  y cuando la bruma se fue no mucho tardé para mirar al cielo despejado y ver como un cometa rojo cruzó el manto nocturno en lo que tardó mi corazón dar un latido.

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Muchas gracias por el apoyo que se le a dado a este libro.

Éste capítulo es posiblemente el más corto de toda mi historia y actúa más bien como un (timeskip).

Originalmente lo iba a subir mañana, pero decidí hacerlo hoy por haber llegado a las 5 suscripciones.

¡Muchas gracias por su apoyo!

Continuará en: Aegon y la Flota de Volantis...