Capítulo 10: Desembarco y Coronación:

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Argilac pov:
(1 semana después de la segunda reunión...)
Poniente: Reino de las Tormentas: Bahía de los Naufragios: Bastión de Tormentas: Salón del Trono: Año 2 A.C.

Estaba sentado en el trono de los reyes de la Tormenta, mis guardias apostados en filas a ambos lados de la alfombra dorada que dividía el salón real y mis abanderados estaban repartidos por la gran sala. Hasta ahora el tiempo se había pasado entre cuchicheos y debates de las casas nobles de las tormentosas tierras que son mi dominio.

Entre los invitados resaltaba ante mis ojos la belleza de mi hija que estaba cubierta con finos vestidos de oro y detalles de sable negro; su apariencia era tan esbelta como cualquier caballero, su figura tan atlética como el mejor soldado, su piel era de un color bronceado leve, sus ojos eran azules como el mar y sus cabellos oscuros como la noche. Una verdadera princesa de la Tormenta tan fuerte como bella; ese tal Aegon era un estúpido por rechazarla y aún más por deshonrar su buen nombre al proponer a un bastardo en su lugar; era algo que nunca le perdonaría.

Afuera el clima reflejaba mi silenciosa ira perfectamente, los turnos caían y la lluvia era constante; el legado ancestral de la sangre Durrandon estaba bien presente en la fiesta. Ante toda la tormenta exterior al castillo los nobles señores ni se inmutaban pues era algo normal en estas tierras.

Sin embargo la calma del salón se detuvo cuando las puertas se abrieron de par en par sin ningún aviso, no era algo normal. Por los portones entró apresurado el maestre con dos guardias flanqueado sus costados, la expresión de su barbudo rostro parecía una mezcla entre el apuro y la sorpresa, en sus endebles manos sostenía una carta.

Maestre: Mi rey...*se arrodilló*

Los nobles, los guardias, mi hija y yo mismo lo atendimos de inmediato, parando el festín.

Yo: Puedes hablar, Semon. *expresé*

Maestre Semon: Mi rey, es un mensaje, *se levantó* es de Rocadragón.

'Una respuesta' pensé de inmediato: una declaración de guerra o una disculpa; solo habían dos opciones.

Yo: Léelo. *ordené*

La atención a Semon se redobló y todos estaban en silencio.

Maestre Semon: *aclaró su garganta* 'Para todos los señores y señoras de Poniente: A partir de hoy solo habrá únicamente un rey en Poniente. Aquellos que se postren ante Aegon de la Casa Targaryen conservarán sus tierras y títulos, los que se alcen en armas contra él, resultarán derrotados, humillados y aniquilados. Atentamente del Rey Aegon Targaryen, primero con el nombre, rey de Poniente.' Eso es todo, su majestad. *acabó inclinándose*

Mi ira era palpable y mi furia parecía salir por los poros de mi piel.

Lord Fell: Es una declaración de guerra mi rey, una contra los siete reinos.*expresó*

Lord Tarth: ¡Debemos responderle! *aulló*

Más gritos empezaron a alzarse en la sala, todos pedían una sola cosa.

Yo: *Me levanto* ¡Si guerra quiere, guerra tendrá! *bramé furioso*

Todos los señores: ¡¡¡Sí!!!

Loren Lannister pov:
(1 semana y media después de la segunda reunión)
Poniente: Reino de Roca: Occidente: Roca Casterly: Fortaleza de La Roca: Balcón Real: Año 2 A.C.

Estaba sentado en mi balcón para tener aire, un cuervo había llegado hace poco y su mensaje era en el mejor de los casos: una locura.

Mynela Lannister: Entonces esposo... ¿Qué dice? *preguntó intrigada*

Juego De Tronos: El Terror NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora