apodo / 002

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Hermione– Febrero, 2

Ginny habia entrado al dormitorio de niñas muy exaltada, tenia los ojos abiertos como platos y la respiración un tanto agitada.

-Ginny, cariño, ¿Pasa algo, porque estas así?- Pregunté yo, preocupada y confundida.

-Esa chica, de nuevo, la chica rara de Ravenclaw, me envió una carta ordenando que nos distanciemos, dice q-que hay personas que se dedican a molestarla, también me dijo qu-que te lo recordará a ti. -Explicó ella, intentando regular su respiración mientras movía mis manos para que obtuviera por lo menos un poco de aire para reconstruirse. - Firmó la carta como "NAMELESS", ¿Sera ese su nombre? - Cuestionó Ginny y yo negué con la cabeza dando a entender que no tenia idea, pero seguramente no seria así.

-Es un poco extraño, nunca la hemos molestado, además, cuando hablamos con ella, se mostro bastante atrevida y un tanto divertida. Espera un minuto, ¿Tu no la habrás molestado, no? - Cuestioné yo y Ginny me miro extrañada.

-¡No!, ella dice que hay gente que la molesta, no especialmente nosotras...- Explicó ella y yo murmure un " es verdad".

- Quizá, puede ser, que solo este exagerando. - Opiné yo.

- Sea lo que sea que la chica nos quiera decir, tendremos que hacerle caso. -

??? - Febrero, 3

Mi difunta madre siempre me recordaba que tuviera cuidado con los desconocidos, casi como cualquier madre responsable diría, pero, mi madre lo ordenaba de una forma más... profunda.

" Siempre hay que tener cuidado con las personas, las conozcas o no, porque hasta yo misma te puedo traicionar, y soy tu propia madre. No te digo que dejes de conocer gente nueva, conoce, descubre, explora la mente, cuerpo, y alma de la gente que te interese, te puede servir de mucho."

Inteligente, ¿No?

Mi madre se cansó de decir esas palabras, siempre que reconocía que habia obtenido una nueva amistad, siempre que ingresaba a un nuevo año escolar, siempre que mis amigas me abandonaban, una y otra vez, todos los años.

Todos esos años.

Donde no podían dejar de lastimarme, y aun así, con el corazón destrozado, me lo seguían tirando al piso y rompiendo, como si fuera vidrio.

Y solo aprendí una cosa, estoy mejor sola.

Sola ya que así no hay nadie que pueda herirme, igualmente lo siguen haciendo, en mi primer año de clases en Hogwarts me lanzaron un candelabro de vidrio antiguo, que seguramente se mantenía guardado en algún almacén del colegio. Cayó en mi cabeza y por suerte o milagro no termine ciega, o incluso muerta. No tengo nombres, tampoco tengo pruebas, pero lo que menos tengo son dudas.

Pansy Parkinson, estoy segura.

Fueron esa zorra y sus amiguitas. Jamás les llegué a caer bien.

Siempre lograban lo posible para lastimarme, siempre se mantuvieron insultándome, siempre me llamaban con el mismo apodo;

"NAMELESS"

En todo momento, siempre que me molestaban, siempre que se acercaban siquiera a pedirme permiso, me nombraban de esa forma, pero, al pasar de los años, ya ni siquiera se molestan en decirme de alguna manera, solo se dedicaban a hacerme la vida imposible.

Los arboles hoy están más blancos de los normal, mis botas están un tanto húmedas, siento la nieve pesando en mis pestañas y puedo asegurar que la temperatura no supera los 10 grados, normal para el comienzo de febrero, donde el invierno se nota mucho más y el cabello de Susan Bones se torna más reseco.

Este año será duro, espero que menos que los demás.

Hermione– Febrero, 4

Ginny tuvo que regresar a las gradas, yo me quede el resto del día escribiendo un relato para clase de Historia de la Magia, hasta la llegada de la séptima hora, también de la cena a la que teníamos que asistir. A Gigi, apodo cariñoso que le e otorgado a mi agraciada amiga, no le gusta mucho la idea de comer después de haber tenido que esforzarse en su duro entrenamiento de Quidditch, pero le e obligado a partir de el dormitorio antes de que pudiera retractarse.

La tarde noche de hoy era placida, con una pizca de frio y muy blanca, se me hace familiar ese poco cálido color, pero no logro recordar a que.

Lavender Brown se la pasó toda la placida cena hablando sobre su nuevo vestido de satén azul cielo y su recién adquirida bata de seda, también azul, para la salida del baño. Además de el regalo de sus padres, unas medias de seda color rosa viejo, perfectas para la hora de dormir, según ella.

Ojala mis padres tuvieran la consideración de algún día mandarme algo así, pero igualmente ellos saben que no me hacen falta.

Nos fuimos a acostar a eso de el tercer cuarto de hora de las ocho, con bastante sueño y pies adormilados, igual que nuestros brazos, si no hubiera tomado un buen café esta mañana estaría echa una verdadera zombie.

Por suerte llegamos rápidamente al dormitorio y pudimos sentir la comodidad de nuestras aterciopeladas cobijas.

NAMELESS – Febrero, 5

Realicé un pequeño recorrido por los alrededores del Bosque Prohibido, donde me gusta dar cortos paseos para despejar mi atrojada y traumada mente.

Ginevra no me dirigió la mirada en todo el día, junto con su amiga de cabellos castaños, Hermione Jean, cosa que agradezco.

Las dos chicas son de Gryffindor, bastante populares en el colegio, pero con la misma aburrida y absurda mentalidad que todas las demás muchachas. Ginevra es la novia de Harry Potter, y cazadora en el equipo de Quidditch de su casa, mientras que Jean es la novia de Ronald Weasley, (hermano mayor de "Ginny") y mejor amiga de el anterior mente nombrado Harry Potter.

No se mucho de ellas, tampoco es que me interese saberlo, lo único queme llama la atención es que no me hallan seguido molestando, por eso las recalco, por lo demás, son solo otras tontas e infantiles muchachitas de Griffyndor.

Como cualquier otras, solo que estas por lo menos tuvieron la decencia y el respeto de no seguir denigrando a mi persona.


Holaaa! Gracias por leer<3 

- soo




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