simple amistad / 004

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Febrero,17

Un nuevo día amanecía en Hogwarts, Ginny y Hermione se levantaron con total tranquilidad y calma. Gimiendo un poco al desperezarse y tallando sus ojos con sus puños al notar la inminente luz del sol que ingresaba por la ventana y daba en sus refinados rostros.

Ginny, que es siempre la que se levanta más temprano por las arduas practicas de Quidditch, entró al baño con una soñera que se notaba en sus ojos y unas ojeras que ni el mejor maquillaje podía ser capaces de tapar.

Se cepilló los dientes y enjabonó y enjuagó cuidadosamente su cara para mantenerla limpia y fresca.

Luego, Hermione, que se levantaba aproximadamente cinco o diez minutos después de la cazadora, salió directamente al piso de abajo con su pijama y su cara adormilada para prepararse su café matutino.

Las dos amigas se encontraron abajo y se saludaron con un beso en la mejilla como siempre lo hacían. Mientras que Ginny a los minutos tenia que dirigirse a su entrenamiento, Hermione ya se habia terminado su café.

-¡Adiós, linda! - Se despidió Hermione.

-¡Hasta luego, cariño! - Saludó Ginny mientras desaparecía detrás del retrato de la Dama Gorda.

La castaña cayó rendida en el sofá exhalando todo el aire posible de sus jóvenes pulmones, mientras recordaba el refinado y precioso rostro de su amiga...

En este momento es donde la narradora se despide.

Febrero, mismo día.

- No son conclusiones mías Hermione, ¡Lo que ustedes dos tienen no es una simple amistad! -

- ¡Cállate Ronald! Por primera vez en tu vida, ¡Cállate! - Pausó para tomar aire. - ¡No quiero hablar de esto un minuto más y vayamos a la maldita clase antes de que te mate! -

Granger se largó lo más pronto que pudo a un paso acelerado, mientras que Ron se mantuvo quieto en su lugar, con una expresión de furia adornado su rostro cubierto de pecas.

Era la primera vez que discutían (de verdad) como una pareja formal, y el tema no era muy fácil de abordar

Ron estaba seguro de que la relación que mantenían las Gryffindors no era completamente "inocente" y que había algo oculto en las miradas y los halagos que se dedicaban las chicas de vez en cuando.

Lo notaba, lo percibía con la mirada, y, aunque el fuera un poco tonto, no se dejaría ver la cara de estúpido frente a esta situación.

No está vez.

Ginny – Febrero, mismo día

Hoy en la mañana noté a Her un poco rara, estaba un tanto nerviosa por algo y no tengo idea por qué sería.

Ayer, cuando me iba a ir a acostar, la escuche hablando en sueños. Ella a veces hace eso, pero solo dice cosas insignificantes de clases, como recetas de Pociones, conjuros de Transfiguración y un montón de fechas de Historia de la Magia que no sé cómo logra recordar.

Pero esta vez no fue así, la escuché, muy traicioneramente para mi salud mental; hablando sobre mí.

Estoy segura de que mis mejillas se tiñeron de rojo cuando escuche todo lo que dijo.

No puedo creer que no lo haya alucinado.

NAMELESS – Febrero, mismo día

Hoy escuche a Granger y al chico menor de los Weasley discutiendo.

Muy para mi pesar, tuve que quedarme a observarlos para no ser vista, o sea, molestada.

No entendí muy bien lo que dijeron, pues, estaba un tanto alejada y no tengo tan buen oído como parece. Lo que entendí fue fácil y corto, la chica Granger y la chica Weasley están saliendo, pero ambas tienen novio.

Fácil y corto.

Hermione – Febrero, mismo día.

¿Qué me estaba pasando?

Qué mierda me puede estar pasando en la cabeza para que piense cosas así de mi mejor amiga, ¡ella es mi amiga, mierda!

Ahora no quiero ni mirarla a los ojos, menos a mi novio.

¡Dios! Tengo novio y tengo sueños húmedos con mi casi hermana.

Un dos por uno.

Estoy verdaderamente desquiciada. Verdaderamente.

Mi cabeza no puede dejar de repetir los ojos de decepción que me otorgó mi novio, lo había decepcionado, a él, justo a él.

Mi posesión más valiosa.

Él era una de las únicas razones por las cuales no me he ido a Beauxbatons, él era la primera razón.

Ahora lo es Ginny.

NAMELESS – Febrero, mismo día

- ¿Entonces no es verdad que echas fuego por la boca? - Me preguntó, al parecer muy curiosa, Susan Bones

- Sí, estúpida. Si echara fuego por la boca ya te hubiera quemado. - Repuse yo, molesta.

- Das miedo igualmente – admitió y suspiró - ¡Adiós!, gracias por la ayuda.

- De nada, supongo. - Susurré yo para mí misma. La Hufflepuff ya se había ido.

Caminé un rato más por los pasillos vacíos, eran casi las siete y media de la noche. No voy a cenar, obviamente, hace mucho que no lo hago, por lo menos no con gente a mi lado.

Sabía que eso estaba mal, siempre me lo reprochaba mi madre. Pero ahora que no está, poco me importa si me muero de desnutrición.


Actu! Perdón si no soy tan constante en las actualizaciones, a veces suele tardar un poco en venirme la inspiración :v

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