dios tiene favoritos / 005

12 0 0
                                    

No quería verla, no después de saberlo.

No después de darme cuenta de que siento lo mismo.

Ella definitivamente le hace mal a mi salud mental, ella definitivamente va a ser mi perdición.

Te odio, Hermione Granger.

¿Cómo pudiste hacerme esto?

Salí de mi última clase de la tarde pensando en ella, solo en ella. En su cabello rizado, suave y esponjoso como las nubes y sus ojos marrones en los que creo lograr ver una galaxia entera.

¿Siempre fueron así de lindos? Mierda, creo siempre fueron así.

Me puse a pensar en Hermione el resto de mi camino hacia la sala común de Gryffindor, espero que mis deberes de Pociones me distraigan de mis románticos pensamientos.

¿"Románticos"?, ¿En serio, Ginevra Weasley?, ¿Tan bajo vas a caer?

No creo que a mis amigas les agrade la idea que una de sus compañeras de casa sea, eso.

Esa palabra que no quiero decir por el horror que me provoca pronunciarla.

Me da más miedo del que pensé. Y he estado pensando bastante en esto que me pasa.

Corrección, en esto, que NO debería estarme pasando.

Pero, lo que más es pensado es "¿Por qué a mí?"

NAMELESS – Febrero, mismo día

Es irónico que esta historia sea sobre mí, ¿Cierto?

Parece como si fuera una historia de cursi e innecesario amor. El amor siempre es innecesario, siempre lo supe, fue más una, corazonada, que otra cosa.

Me he estado observando a parejas romper y decirse cosas a la cara que me dan ganas de vomitar, la gente a veces puede odiar demasiado, tanto como pueden amar demasiado.

Cuando amas demasiado a una persona sueles olvidarte de lo demás, te ausentas de los planes con tus amigos, te desconcentras del trabajo o el estudio y te mantienes pegado a esa personita especial como un oso con la miel.

Yo nunca pensé en nadie de esa forma, quizá suene un poco narcisista, pero... nadie merece mi atención.

Nadie, no después de las cosas inhumanas y totalmente crueles que han hecho en mi contra.

Dicen que Dios tiene favoritos, ahora ya entiendo por qué soy atea.

Hermione – Febrero, mismo día

Duele, y más de lo que pensaba.

- Lo lamento, Hermione. - Se disculpó Ronald después de terminarme, como eso fuera a sanar alguna parte de mi corazón roto.

Lo nuestro ya no servía, de todos modos. Lo sentí perdido desde que ella tomó el control de mi corazón.

No recuerdo cuando fue la última vez que mi novio fue la única persona en mi mente.

No recuerdo cuando fue la última vez que Ginny solo se me hacía una amiga más.

NAMELESS – Marzo, 4

Los árboles ya tenían un poco menos de nieve y estaban teñidos de un color más correspondiente al otoño que se aproximaba.

Sentía el viento recorrer mi espalda y darme algunos escalofríos. Pero ya no era tan jodidamente congelado como hace unas semanas.

Camine hacia el pasillo enfrente del Gran Comedor y me percaté que los alumnos no habían llegado aún.

- Tendré que esperar un poco más, supongo. - Murmuré para mí misma.

Espere un rato a que los estudiantes por fin aparecieran y así lo hicieron. Al cabo de unos pocos minutos el lugar estaba lleno del alborotado y ruidoso alumnado.

Me había mantenido todo este tiempo escondida atrás de un pilar de mármol que se encontraba allí. No quería ser descubierta, menos ahora.

Cuando vislumbré a la casa Gryffindor entrando al Gran Comedor, no me quede quieta y entre atrás de ellos, intentando camuflarme, cosa que no paso.

- ¡Ey!, tú, cosa rara, ven aquí. - Ordenó un Slytherin refiriéndose a mí desde su mesa.

- ¿Qué qu-? - El chico no me dejo hablar.

- He dicho que vengas aquí, no que me hables. Veo que aparte de estúpida, sorda. - Se burló el y los que parecían ser sus amigos rieron detrás.

Caminé hacia él muy a mi pesar y sentí su mano tocando mi cabello, mano que quite de inmediato, pero él apreció no entenderlo.

- Déjame tocarte, dulzura, tu cabello luce muy hermoso desde aquí. - Dijo él irónicamente, con una sonrisa de lado y volvió a tocarme, esta vez en mi cintura.

- Déjame en paz Nott. - Ordené esta vez yo, alejándome rápidamente de su toque, colocando presión en su muñeca, haciendo que esta quede roja.

- ¡Mierda! - Exclamó – Hija de perra...- Murmuró mientras sostenía su muñeca.

Corrí afuera del GC rápidamente, no fue buena idea meterme ahí. Supongo que me queda de lección para la próxima vez que se me ocurra volver a socializar.

Ginny – Marzo, 6

Estos días han sido una total locura. Me enteré por Luna la agradable noticia de la inevitable ruptura de Hermione y Ron. Después tuve una, breve, pero muy conmovedora y esta vez para nada agradable platica con mi querido hermano. 

Flashback

- Mm... supongo que – Levanté la mirada del suelo - se acabó entre ustedes, ¿cierto? - Pregunté.

- Merlín, yo... – Tragó saliva – lo siento por esto.

Se paró frente a mí y la cachetada que me dio hizo eco en todo el lugar. Retrocedí unos pasos asustada mientras sobaba mi mejilla lastimada, algunas lágrimas cayeron, otras lograron quedarse. No importa, de todos modos estoy jodida. De todos modos había roto la relación de mi hermano y mi mejor amiga.

De todos modos había arruinado todo.

Fin del flashback

Ahora, regresando al presente, Ronald ya no me habla, Harry tampoco, al parecer, se enteró.

Siento que la vida me está dando las consecuencias por ser, eso.

Por gustarme eso, por mirar eso de otra manera que no sea de forma asquerosa.

Antes podía decir libremente que yo no era de ese tipo de personas.

Ahora... no estoy segura.


Holaaa! Siento mucho si estoy tardando mucho en actualizar, mi mente esta cerrada y mi cerebro de ardilla no ayuda mucho jajaja, los quiero, bye <3

- soo

NAMELESS ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora