enfermeria / 011

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Abril, mismo día

- ¡Chica Weasley! ¡Has dado en el clavo de nuevo! Espero que sigas así, porque tengo que explicarles algo y necesito que lo entiendan a la primera. - avisa. - Escuchen, el profesor Snape me encargó decirles esto y algo más, Samantha Fay, no es quien dice ser, ella... los está manipulando, despiadadamente. Ella sabe las virtudes y los defectos de cada uno, las conoce a la perfección y lo usa a su favor.

- Osea... - Empieza a hablar Hermione pero la interrumpen.

- Espera Granger, déjame hablar. - dice y la castaña asiente. - Ella siempre va a ese bosque, siempre, y sabe como salir. Solo está mintiendo para que vayamos con ella y así poder matarnos. Simple. Sabe que la querremos encontrar puesto a que Harry sale con ella. - Ginny voltea la cabeza a hacia otro lado de la habitación. -

- Aja... ¿Era solo eso? - pregunta Ron y la peli morada hace un sonido de afirmación.

- ¿Y para qué querría matarnos? - cuestiona Harry.

- No lo sé, tienen que descubrirlo. Por eso tienen que ir al bosque y averiguar el porqué. - responde Violet.

- ¿I-ir al bosque? - tartamudea Ron, con miedo.

- No podemos, ahora que Nameless desapareció hay más seguridad en la entrada del Bosque Prohibido, además que ella, según Hagrid, tiene armas, es peligroso. - habla Harry.

- Podríamos ir volando. - propone Hermione.

- Cierto, sería más fácil y nos ahorraríamos un riesgo necesario. - agrega Ginny.

Todos asintieron y se dirigieron hacia la salida. Salieron del castillo los más escondidos que pudieron y se encaminaron sigilosamente hacia el bosque prohibido.

- ¿Acaso no pensaste en agarrar la capa? - preguntó Ginny inquisitivamente hacia Harry, este no respondió, pero sí maldijo por lo bajo su propia torpeza.

- Déjalo. - ordenó Hermione, a lo que Ginny asintió.

Un centenar de árboles oscuros se abalanzaban ante ellos, mientras se movían de un lado a otro por el atormentador viento. Harry tuvo que sostener sus lentes para impedir que estos salieran volando.

Al pasar por la parte más recóndita del bosque, después de pasar por un laberinto de ramas y tierra, lograron divisar un diminuto destello de luz. Era Samantha.

- ¡Nox! - pronunció Ginny y la pequeña luz que alumbraba la parte superior de su varita se apagó.

Los demás hicieron lo mismo con sus respectivas varitas y se acercaron peligrosamente.

- ¡Es ella! - exclama Ron en un susurro. - ¿Acaso eso es sangre?

- ¡Violet! ¡Está sangrando! - insiste Hermione. - ¡Tenemos que ayudarla! - Dice y amaga con avanzar, pero la peli morada la detiene.

- Ni se te ocurra, Granger. - advierte. - Es peligrosa.

Hermione no hace caso a las advertencias de Violet y sigue caminando, esta vez nadie la parará.

- ¡¿Estás demente?! - cuestiona Violet desde lo lejos. - ¡Te matará!

- No lo hará. - confirma la castaña para sí misma. Puede notar a la peliblanca a lo lejos. - ¡Lumus! - conjura y sigue caminando.

- ¿G- Granger? - Tartamudea Samantha. - ¿Eres tú, Granger? - Hermione duda un poco antes de contestar.

- Sí, soy yo, no tengas miedo. Vinimos a ayudarte. - responde con calma.

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