Creo Que Me Gustas

Track 9 Dorian Gray

Narra Allen

—Kenny —Exclamo mientras él se sienta en un sofá y yo en el de enfrente— Solo te pido que me entiendas.

Levanta la mirada y deja escapar una sonrisa, una que expresa ironía, ironía que no entiendo para nada.

—También estoy confundida —Añado— También siento cosas que no entiendo y no había sentido antes, y cuando te lo dije solo supiste responder "Allen, vete a casa" ¿Cómo querías que actuara si cuando te quiero me haces sentir odiada?

—A veces las personas hacen cosas pensando solo en su bienestar, no se trata de ponerse en los zapatos de los demás, si no de saber hasta que punto llegar para no molestar.

—Entonces te molesto —Interrumpo— Gracias por decirlo, era lo que quería escuchar.

—Genial —Dice con una sequedad que supera al desierto.

—Genial —Repito molesta, me pongo de pie y camino hacia la puerta.

Fue un error venir, no arreglé nada, solo salí más molesta de lo que ya estaba ¿Porqué es tan difícil para las personas abrir su corazón y hablar con sinceridad sobre lo que sienten?

—Cuando estaba contigo me sentía bien —Dice Kenny interrumpiendo mis pensamientos— Solo que después de tanto tiempo estando en la mierda, sentirse bien se siente raro.

Paro mi caminata, doy media vuelta y lo veo cabizbajo.

—Te alejé sin saber que te quería —Completa su frase y guarda silencio— Y ahora no sé que hacer.

—Kenny... —Camino hacia él, me coloco a su lado, extiendo mi brazo y acaricio su cabello— Yo también te quiero.

—No, no me quieras, no con esta vida tan jodida que llevo —Trata de quitar mi mano.

—Te quiero ahora —Tomo su mano y levanta apenas la cabeza para mirarme— Te quiero hoy.

—Traté de ser mejor para ti, hice todo lo que pude, pero como siempre no soy suficiente, ni para ti ni para nadie —Levanta la mirada en su totalidad.

Siempre he sido muy acomplejada por todo, por mi peso, por mi apariencia, por mis notas, por ser buena hija, por ser buena amiga. Entiendo a la perfección lo que siente Kenny en este momento.
¿Saben que es jodido? Cuando nadie estuvo allí para sostenerte el alma cuando te caías en mil pedazos, y cuando te encuentras con una persona que está pasando por lo mismo no le puedes ayudar por más que desees, porque nadie estuvo para ti y por lo tanto no sabes bien cómo actuar.

—Allen no voy a perdonarme nunca si te hago daño, tengo miedo.

—El miedo es normal —Cruzo nuestros dedos— ¿Cuál es tu miedo?

—Tengo miedo a dañar a los demás, porque sé muy bien de lo que soy capaz, me he pasado mi vida haciéndome daño a mí mismo.

—No te voy a dejar solo —Digo firme— Sabes que soy terca, y si lo digo lo cumpliré.

—Me vas a abandonar como todos —Apaga un poco su voz— No quiero aferrarme a alguien que sé se va a ir de mi vida.

—Solo dime cómo te puedo ayudar —Digo— Haría lo que sea para que estés bien.

—Vete —Responde al instante— Mantente alejada de mí, así estarás segura.

—Kenny no, yo...

—La única manera de que no te lastime es que no estés en mi vida.

Suelto un poco su mano mientras algo de mí se remueve, como si algo me golpease el corazón. Suelto su mano, veo sus ojos tristes, pero seguros, entonces entiendo que debo respertar su decisión y dejarlo en paz.