Creo Que Me Gustas

Prólogo

Intro

Tengo mucho que celebrar, después de años de sacrificios, desvelos, tareas y exámenes para obtener los mejores promedios, una universidad en Inglaterra me aceptó y por fin voy a escapar de Latinoamérica. Me gradué del colegio hace un par de semanas y junto con otras buenas noticias es un buen motivo para ir de fiesta.

El lugar donde vinimos a celebrar es un jardín hermoso al aire libre y con una decoración preciosa que tiene desde luces hasta acabados en la construcción, un sitio muy exclusivo, se podría decir que es uno de los lugares más top y exclusivos de todo Quito. Vine con mi novio precioso y mis mejores amigas, llevamos ya rato aquí.

-Allen -Dice mi novio mientras levanta la voz para que pueda escucharlo, la música está alta- Deberías ir a casa, ya bebiste mucho y te ves mareada, puedo llamar un taxi y...

-Mi amor -Me cuelgo en su hombro estando en medio de la fiesta- Nada me va a amargar esta noche, quiero que tú... Me... Voy a vomitar.

Mi lindo y hermoso novio, de inmediato me lleva al baño, entramos a un cubículo, de inmediato me coloco en posición y comienzo a vomitar mientras él sostiene mi cabello para que no se moje en el inodoro.
Luego de todo el ajetreo en el inodoro puedo ponerme de pie, estábamos en el baño de chicas así que le digo a mi pareja que salga mientras yo me miro al espejo y me arreglo.

No distinguía bien mi reflejo, toqué el espejo con dos dedos esperando que algo pasase pero nada pasó, en realidad lo que hice no tiene sentido, ya saben, cosas de borrachos.
Según yo me veo bien así que salgo del baño, mi novio no está ¿Dónde está mi amorcito? Junto a la puerta del baño había dos chicas conversando.

-Chicas -Digo casi balbuceando- ¿Han visto a mi amorcito?

-Ni si quiera te conocemos -Dicen y sueltan una carcajada para luego ignorarme.

Tenían razón, bueno, debe estar cerca, con lo lindo que es quizás fue a comprarme agua o algo para ayudarme. Caminé derecho hasta la barra, gracias a Dios aún no perdía el equilibrio, veía tantos tragos embotellados y yo con ganas de tomarlos.
No, debo concentrarme. En el camino me encuentro con mis dos amigas.

-Allen -Dice Lucía, una de mis amigas pasada de copas- Quiero decirte algo -Pone su mano en mi hombro- No te mereces ir a Inglaterra, solo te aceptaron porque tu papá es un empresario conocido.

-Lucía cállate -Dice Emilia- Estás borracha.

-Ella también, no se va a acordar -Empuja mi hombro- Ustedes los que tienen conocidos y dinero pueden hacer lo que quieran mientras los que solo contamos con nuestro empeño nos esforzamos el doble por menos de la mitad de lo que ustedes tienen -En su otra mano lleva un vaso de licor, me lo lanza en la cara empapándome por completo- Te odio con todas mis fuerzas, y para que lo sepas tu novio también te odia, y solo está contigo porque eres una nerd que le hace las tareas.

Al parecer la música a todo volumen y la euforia hacen que nadie note que mi mejor amiga me odia, todo este tiempo creyendo que me quería, creo que no estoy tan de animo como para seguir celebrando, no después de lo que me dijo.

Emilia casi a empujones se la lleva, siento un vacío en el pecho que me quita el aire unos segundos, trago saliva y comienzo a caminar, en medio de las personas bailando veo a mi novio conversar con sus amigos. Estoy empapada de licor, triste y quiero un abrazo.

Mis ojos comienzan a lagrimear así que me doy prisa para llegar a él, levanta la vista y pone cara de incomodidad ¿Qué pasa? Me acerco al grupo y tomo su mano, pero él la quita al instante.