Cap 2. Terminamos.

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Al día siguiente, tanto Cellbit como Roier, ni sabían cómo habían terminado llegando a casa. Ambos sabían que su relación se había arruinado, y no sabían cómo afrontarlo, sin embargo sabían que debían hablar.

La rutina para ambas partes fue similar, pues teniendo en cuenta que cuando pasas mucho tiempo con una persona, siendo específicos: dos años de relación, es común que tengan costumbres similares.

Roier fue el primero en levantarse, viendo con odio a su pareja al ver que estaba dormido al lado de él. Lo primero que dedujo es que ambos llegaron agotados, pues seguían con la ropa de anoche, a lo cual no le tomo tanta importancia y fue a encerrarse al baño.

Ir al baño, le hizo pensar en aquel extraño chico, admitía que no recordaba mucho sin embargo no pudo evitar pensar en él cuando le recordó, ¿él le recordara?

Lavaba sus dientes cuando por encima pudo notar como le llegaba una notificación, la cual no pasó desapercibida, pues noto que era un número desconocido.

Termino lo más rápido que pudo, y se dispuso a checar su celular.

No pudo evitar sonreír, de momento no sabía ni como responderle sin embargo admitía que le parecía una buena idea

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No pudo evitar sonreír, de momento no sabía ni como responderle sin embargo admitía que le parecía una buena idea.

Regreso a la realidad cuando escucho como se abría la puerta del baño.

Cellbit ni siquiera le sonrió, solo se hizo espacio para cepillarse los dientes, e iba decir algo pero pensó que no iba llegar a nada, aparte de que ya estaba harto que el que siempre debía tomar la iniciativa era él.

Bufó, mostrando su molestia y salio del baño.

Ahora se encontraba en un debate mental.

—Si voy con él, nada me va asegurar que no termine cayendo igual de bajo que Cellbit, pese a eso, no quiero hacerle eso a Cellbit, aún es, ¿importante? ¿si quiera yo lo soy para él?

Eso rondaba en su cabeza. Ahora incluso veía las diferencias a como antes eran sus mañanas.

—Guapito, ¿por qué no me levantaste? — siempre se quejaba el de mechón blanco.

—¡Te hablé! Siempre te levanto — decía con el cepillo de dientes en la boca — solo que tú eres un dormilón.

Aún podía recordar cómo incluso Cellbit reía un poco cada que le regañaba de esa forma cariñosa. Les encantaba ser dramáticos por la mañana.

Viendo a diferencia de ahora, ya no era más drama, era una molestia que se tenían entre si.

A veces Roier se preguntaba si él es el que había hecho algo mal.

[...]

Por otra parte, se encontraba el del mechón lavando sus dientes. Reconocía que su pareja en ese momento estaba más que enojado. Ni si quiera tenía los ánimos de hacer algo al respecto, pese a eso, sabía que si no hacía nada, todo iba terminar entre ellos. Se veía venir. No estaba seguro si debía darle fin de una vez por todas o hacer algo al respecto. No era fácil.

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