Cap. 5 propuesta.

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Reconocía que se encontraba actuando de una manera un tanto precipitada, pese a eso, las charlas con Wilbur lo habían convencido de hacerse atrás con aquel plan. Pues era eso o cortar con ambos, ya que seguía en mente de que ya no podía seguir vacilando con las emociones ajenas.

En aquellos días casi no les había ido a ver, teniendo en cuenta sus trabajos e incluso que ahora tenía que practicar para la presentación (eso sin contar sus días de trabajo), sin embargo nunca les había hecho del todo de lado. Aún seguía mandandoles mensajes o viéndolos al menos una hora cada ciertos días.

Esto llevo a qué se cuestionara si era buena idea tener una relación de tres, apenas se daba cuenta lo que implicaba estar involucrado emocionalmente con una persona y pues no sería una, serían dos, ahora solo rezaba para que aquello saliera bien.

¿Una relación así vale la pena?

A base de esa pregunta llegó a la conclusión que si, la verdad que nunca se había tomado una relación del todo seria, por lo cual ahora que se encontraba en esa oportunidad de compartir su día con gente que genuinamente se preocupaba por él le hacía sentir la persona más feliz. Tal vez crean que es exagerado, pero una vez que te miran como ellos lo hacen, te buscan como ellos lo hacen e incluso le celan, puedes entender el peso que tiene el amor que te dan.

Siguió preguntándose cómo su coqueteo casual, le llevo a conocer a unas personas que de la nada se volvieron tan relevantes en su vida.

—Hasta que llegas — se le acercó un agitado Wilbur — ¡Por un momento pensé que no llegabas!

Y no, el azabache no era una persona impuntual (al menos la mayoría de veces), sin embargo en esa ocasión se le había echo un poco tarde al estar tratando de ver qué ropa ponerse, pues está vez si quería lucirse para aquellos chicos; vestía con una camisa de botones negra, unos pantalones del mismo color, y a comparación de otros días, hoy llevaba un sombrero. Todo de negro, tal cual Rockstar pese a eso, con algo de elegancia.

Dudaba un poco de su elección, pero le pasó de esos momentos dónde uno porque querer quedar bien, termina por ponerse de todo menos lo que tenía en mente. Los nervios, suponía.

—Me perdí — se excuso.

El castaño le miro de arriba a abajo, levanto la ceja y simplemente lo dejo pasar, pues tenían otras cosas que hacer en ese momento.

—Todavia no terminamos de instalarnos, así que apúrate. — le jalo del brazo, llevándolo arriba del escenario.

[...]

Los castaños apenas llegaban aquel evento, dónde ya se encontraban bastantes personas. Les sorprendía ver qué era algo al aire libre, no estaban al tanto de que iba ser un evento grande pero eso parecía ser. Ambos desconocían de la banda y del evento, otra cosa en la que volvía a coincidir la ex pareja, era que solo estaban ahí por qué hace unas semanas aquel chico azabache les pidió asistir.

Habían pasado alrededor de tres semanas, dónde ambos sabían que el contrario aún tenía comunicación con el más bajo.

Roier por su parte, no sabía que se encontraría ahí su ex pareja, tampoco es como si se le hubiera echo chistoso haberlo visto de lejos. Aún guardaba resentimiento, no por nada ya había decidió irse a vivir con Carre por algunos días hasta que completaba lo de su nueva mudanza.

—Che, no hay problema amigo, — le había dicho Carre — aunque yo pensaba que primero vivirías con aquel chico, antes que conmigo.

—No seas mamón, ¿quien se va a vivir con alguien que conoce poco más de un mes?

—Pues el Mariana se ha ido a vivir a la semana — le recordó.

En ese momento se encontraban sentados en la sala, y de momento Roier solo se limito a reír al recordar aquello. Él sabía que no era así, pese a que sabía que había decidido consegir el amor en su vida, tampoco es como si quisiera ser tan ingenuo en aquella situación, quería estar seguro de que aquella persona diera lo mismo que el estaba dispuesto a dar.

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