Pasaron las semanas, cuatro para ser exactos. Las cuales resultaron ser más que incómodas ya que ambas partes aún no contaban con el suficiente dinero como para separarse. La única solución que tuvieron fue comprar otra cama, mínimo para que no fuera tan incómodo.
Había días donde uno salía más temprano que el otro, días donde uno salía a comer y el otro hacía comida solo para si mismo. Noches, dónde a veces uno no dormía en casa. Por lo cual ahora, pese a que seguían viviendo juntos, ya estaban muy desconectados entre si.
Pese a todo lo anterior, aún terminaban por tener algo en común, algo que era nuevo: sentimientos hacia la misma persona.
¿Cómo es que había pasado eso?
Ante el despecho de la reciente ruptura, ambos decidieron apoyarse en aquel extraño de la fiesta, el cual ahora ya no era más un extraño, era un fiel amigo.
Roier no sabía que aceptarle la salida a los tacos a aquel extraño chico, iba resultar en que haya terminado encantado con su personalidad. Consideraba que era divertido, pese a que siempre "peleaban" siempre terminaban riendo por cualquier cosa, lo cual provocaba que al castaño se le olvidará el infierno que era compartir casa con el pendejo de su ex.
—¿Vienen los municipales o que pedo mi rey? — soltó Roier.
No pudo evitar su felicidad, mucho menos pudo evitar hablarle. La verdad que se le hacía raro ver al azabache a esas horas por la calle, a como lo veía, parecía que había estado corriendo.
—¡Roier! — se entusiasmo el menor — de hecho ando llegando para evitar que me avienten la chancla.
—¿Aún vives con tus padres?
—Nah, estoy viviendo con un amigo, de momento a qué logró cambiar de casa — el azabache aprovecho de encontrarse con el castaño para tomar aire, ya que llevaba corriendo más de cinco cuadras.
—Y dime rey, ¿Que haces a estas tan solo?, me hubieras dicho y nos veíamos — le siguió el menor.
—Apenas salgo de trabajar, ¿y que no estás diciendo que te pegan si llegas tarde?
—Pero nunca está demás hacerme tiempo para ti — bromeo el menor.
El castaño ya se había acostumbrado al coqueto en broma del menor, pues el también manejaba ese tipo de bromas con sus demás amigos.
—Pero ya hablando en serio, creo que si debo irme, ya que Wilbur me tiene regañado por así decirlo.
—¿Por qué?
—Este, digamos que suele esperarme para abrirme, pero este digamos que hay veces que no llego y puede que este medio emputado conmigo.
—Se nota que ni casa tienes, te imaginaba jodido pero no tanto.
—¡Oye! — se cruzó de brazos — ya me voy, si no, me va a tocar dormir fuera de nuevo.
Roier se la pensó por unos momentos, no sabía que tan prudente sería invitar a aquel chico a su casa, pese a que ya lo lleva conociendo un tiempo prudente, aún se le hacía muy pronto como para invitarlo a casa, más teniendo en cuenta que aún vivía con su ex.
Después de debatirse mentalmente, recordó que Cellbit en esa mañana se había llevado algo de ropa con él, quería creer que enserio no iba estar esa noche y si no resultaba ser el caso, pues se chingaba, la casa también era de él y podía hacer lo que se le diera su puta gana.
—Espera, ya que yo soy el que retuvo, ¿que te parece si duermes en mi casa?
—¿Que no compartes la casa con tu ex? ¿no sé molestará?
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Línea delgada
Fanfiction¿Cómo saber que una relación ya no es lo mismo? A Cellbit y a Roier solo les basto una noche, ninguno podía evitar poner sus ojos en un lindo azabache. 🐀🐀🐀 •Fanarts míos ;) •Shipp de cubitos/lore. •Historia corta (10 caps). •Shipps en el fic...