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Todos sabemos que los padres son celosos con sus hijas y mucho más cuando se trata de novios y eso. Chan estaba sentado en el mueble de la casa junto a sus dos hijos mayor y su querida esposa, tú sabías que tu hija tenía novio pero ella te había pedido que no le dijeras nada a Chan o haría un escándalo y no tardaría en ponerse celoso y justo ese día su hija llamada Julie estaba en el parque con "sus amigas", pero tú fuiste adolescente y sabías bien a lo que ella iba, a verse con su novio.
Estaban bromeando hasta que entró su hija con su novio, la cara de Chan cambió de color, su piel se puso pálida y su instinto de padre salió de una. — Papá, este es mi novio... — Le sonreíste a su novio como buena madre mientras Chan solo se dedicaba a sudar frío. Quería sacarlo a patadas, ¿cómo es posible que su hija de catorce años ya tenga novio? No podía creer que su pequeña hija ya tenía novio y sabrá dios si ya había dado su primer beso.
— Agárrenme o lo mato, AGÁRRENME O HASTA AQUÍ LLEGA JULIE. — Acariciaste los brazos de tu esposo con suavidad y le decías que todo estará bien, que Julie estaba bastante grande como para tener novio y que algún día eso iba a pasar, también estabas defendiendo a tu hija de su padre, ¿sus hermanos pueden tener novia pero ella no puede tener novio? No es justo.
— Prométeme que la vas a proteger donde sea, que vas a cumplir sus caprichos, que la vas a querer de verdad y que NO LE ROMPERÁS EL CORAZÓN O TE PICARÉ EN CANTOS Y NO VAS A QUERER SABER LO QUE SUS H-... — Le tapaste la boca con las manos, todos reían en la mesa y el novio de su hija asentía a las palabras de Chan, lo que no sabía es que todavía le falta escuchar las amenazas de sus dos hermanos mayores.
Pasaron los meses y Chan poco a poco fue queriéndolo como un hijo más, así era su familia, loca pero linda.
