Y si los Merodeadores hubiesen...

Capítulo 12

Segundo y Tercer año no fueron nada de otro mundo, James comenzó Quidditch y como era de esperar los celos de Sirius fueron enormes hasta tal punto que James encerró a Sirius en el baño de niñas.

Los chicos cada momento que tenían libre lo utilizaban para tres cosas: primero para buscar la forma en convertirse en Animagos, lo iban a lograr si o sí, segunda en hacer travesuras, esos dos años descubrieron millones de pasadizos muy útiles en verdad; una broma que fue muy conocida por los alumnos fue cuando tiñeron a la Sr. Norris de rosado y encerraron a Flich en el baño de niñas (de ahí saco la idea James).

Y tercero en conquistar chicas, su mujeriedad comenzó a muy temprana edad, comenzó en segundo, y las chicas (a excepción de Lily, Emilie, Lucy, Grace y Alisson) estaban muertitas por ellos aunque apenas tuvieran 13 años.

Pero algo muy importante también comenzó la amistad entre los merodeadores y las chicas (Alisson, Grace, Lucy y Emilie), ellos por supuesto también realizaban travesuras juntos, aunque ellas no sabían tanto pasadizos como ellos o por ejemplo el secreto de Remus, eso solo ellos lo sabían y Dumbledore, por supuesto.

Pero todas sus charlas, travesuras o lo que sea, terminaban en una pelea, ya los alumnos estaban más que acostumbrados y tan solo reían, ya ni siquiera los Prefectos acudían, solo la vez que las chicas quisieron tirar a los chicos por la ventana, pero eso fue una excepción.

Y Así fueron pasando los meses entre travesuras, rezongos, peleas, risas, bromas (especialmente a Quejicus) y de más, ellos comenzaban a ser más que reconocidos en el colegio, eran los bromistas del siglo, sin contar los galanes para muchas.

Y por fin llegaba cuarto año un año con mucho por delante...

Bien ese fue el resumen de segundo y tercer año en Hogwarts, ahora si les dejo con lo mejor:
Cuarto año...

James corría a la estación nueve y tres cuartos, había convencido a su abuela de que lo dejara ir solo, pero se había dormido.

Llegó a la barrera y la cruzó, fue en busca de la cabina en que estaban sus amigos pero en medio de eso se pechó contra alguien.

-Cuida por donde pasas Potter-dijo secamente Lily

-Lo siento, pelirroja- dijo James un poco distraído.

Unos minutos después había encontrado a Sirius y Remus, pero no tenían idea de donde estaba Peter.

Llegaron a Hogwarts paveando y bromeando sobre cualquier estupidez. Al bajar del tren se encontraron con Peter.

-¿Dónde estabas?-preguntó Sirius alegre de haber encontrado a su amigo.

-Eh...-se puso rojo. Los chicos lo miraron con atención.- Estaba con la-las ch-chicas.

-¿¡CÓMO!?-preguntaron todos.

-No me digas que nos dejaste por ese saco de pulgas-dijo enojado James.

-OYE ya no tengo más pulgas-repuso Sirius.

-No a ti tonto-dijo sonriendo James.

En eso vieron bajar a las chicas y se quedaron con las bocas abiertas menos Peter que sonreía satisfecho. Esas vacaciones sí que les habían hecho bien, sus cuerpos se habían desarrollado y ya eran todas unas mujeres hechas y derechas como dice el dicho.

Se oyó un silbido por lo lejos. Las chicas tan solo sonrieron.

-Ya entiendo porque estabas con las... con las chicas-susurró Sirius mirándolas.