𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐨𝐬

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Llegué corriendo, eran las ocho justas y no sé con qué profe estábamos la primera hora, ideal que sea los que te cierran la puerta en la cara. Corro hacia adentro y el señor David, el del portón, me sonríe.

- Señorita Amanda, llegando temprano, ¡qué milagro!

Me reí, seguí caminando y justo cuando iba a contestarle, me caí de hocico. Me levanté lo más rápido que mi cuerpo me lo permitió y miré al tío, cagada de vergüenza, y él estaba riéndose.

- Primer día y se extravió ya.

Negué con una sonrisa.

- Por lo menos le hice la mañana, este liceo es ma aburrido.

El asintió, y con eso me fui corriendo, procurando no besar el suelo otra vez. Humillación doble, no señor. Llegué a mi puerta y toqué, escuché el pase y al entrar vi a mi profesor de biología, el profe más buena tela que van a ver en su vida. Al verme, me sonrió, y sin más pasé, caminando hacia mis amigas emocionada. Las abracé, pues no nos vimos en todo el verano. El abuelo de la Samira había fallecido y estaba pa la caga mi amiga, no quería hablar con nadie y cayó en la media depre, y yo con la Isi no íbamos a ser mariconas, si no estaba la Samira no nos íbamos a juntar, menos pasarla bien cuando una de las weonas que más amamos se estaba psicosiando en su casa pero como si no hubiera pasado nada y como si no nos hubiéramos visto nunca, empezamos a caguiniar.

- ¡Weona no sabía na'!

La Isi me sacudía mientras hablaba y yo negué confundida.

- Recién llegué, ¿qué querí que sepa, weona?

Mi amiga me miró con disgusto mientras hablaba, y la Samy se reía nomás.

- Uy, la culia pesa. ¿Te acordái de la Sofía del B? Esa weona me contó algo brigado, me dijo que cuatro weones de su curso se cambiaron pa acá, porque peleaban mucho con sus compañeros.

Traté de acordarme de alguna Sofía, la única que conocía era la Tapia.

- ¿La Sofía Tapia?

La Sammy me miró atenta, y pronto contestó, casi susurrando

- Sí weona, la Tapia tiene el medio tarro, también soltó que la Fernanda Aranguis llegó llorando, pero no soltó má, quedó ma asusta que la chucha, esa weona tiene ojo en todas partes y la minita no quería que le sacaran la chucha el primer día.

Estaba entera metida en el caguin, ni siquiera había prestado atención a mis demás compañeros, o "amigos". Y yo humildemente di mi dosis de chisme, que me costó coleta conseguir porque mi vida social son las chiquillas y el colegio, y si no hay colegio no hay chisme.

-Yo hace como dos semanas estaba en el mall con mi prima, y la wea es que me estaba viendo unas zapatillas, ya me las compré me fui todo piola, hasta que en pleno estacionamiento vi a la Aranguis y otras regias oficiales sacandole la chucha a la Agustina de su curso, no sé por qué.

¿𝙔 𝙚𝙨𝙩𝙚 𝙨𝙖𝙘𝙤 𝙙𝙚 𝙬𝙚𝙖?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora