La Amanda siempre había tenido un lema junto a sus mejores amigas: "nunca enamorarse de un saco de wea" (esto incluía flaites, pelaos y weones con polola), debido a lo mal que les había ido en el amor. Lamentablemente, la Amanda se enamora como weon...
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Me voy a matar, literalmente. Estoy aquí hace más de media hora esperando que la Isidora termine de alisarse el pelo y que la Samira decida qué se va a poner. Sinceramente, llevo mucho rato diciéndole que ocupe un vestido rojo hermoso que tiene, pero ella a fuerza quiere usar algo azul. Fue hasta la pieza de su mamá y hermana, pero no encuentra nada que le guste. Estoy pensando seriamente en sacarme la caga de vestido que tengo para pasárselo. Realmente no me importa, podría usar el rojo que tiene ahí.
- Ya estoy lista, ¿vamos, cabras?
Isidora nos miraba relajada, ¿cómo podía estar tranquila? Realmente iba a estar toda la escuela y esta weona estaba muy ligth. Yo la amo, pero me encantaría ser menos ansiosa.
- No, todavía no encuentro un vestido del color que quiero
Hablaba la Samira con frustración y la Isidora frunció el ceño, yendo a su closet, ¡literalmente era una pieza entera! Los lolos le dicen "walking closet", tenía ropa lindísima, pero realmente se la pasaba por la raja. Así que un poco frustrada le hablé.
- Oye, samy, tienes ropa re linda ahí, ¿por qué azul? Ese rojo te queda hermoso, vamos tarde.
Me mira, y juro por Dios que nunca me había visto de esa forma, como si le molestara mis palabras. Realmente no había dicho nada malo, pero ella reaccionó realmente alterada.
- ¿No quieres que alguien use el mismo color que tú? ¿Eso es?
Me tiré levemente hacia atrás, ¿qué estaba diciendo? A mí me valía pico si usaba azul, verde, rojo, amarillo, la cosa que fuera, solo quería llegar temprano.
- Oye, Samira, bájale un cambio, si no te estoy diciendo nada. ¿Quieres este vestido? Me da igual, pásame el rojo de ahí.
Se acerca y deja el vestido a mi lado. Lo tomo y me dirijo hacia el baño. La verdad es que me encantaba este vestido, pero la voy a pasar bien de todas formas. El rojo igual me quedaba bonito, más que nada tomaba el azul para resaltar mi pelo, pero ahora igual me veo bonita. El vestido estaba amarrado de la cintura, haciendo que de la cintura hacia abajo se vuele más como ¿princesita? No era así gigante como para usar un falso. Realmente se veía lindo así. Lo que agradezco es que mis zapatos son negros. Salgo del baño y Isidora me silba.
- ¡Wachita! ¿A qué hora pasa por el pan?
- A las siete y media wapa.
Le tiré un beso y nos reímos, veo a la Samira, se veía hermosa.
- Se te ve hermoso el vestido Samy.
Le digo, tratando de que el gran cuento que puede estar pasando en su cabeza no afecte esta tarde.
- Sí, perdón por haberte gritado, estaba ansiosa. Ustedes saben que a pesar de todo aun me cuesta caleta salir de acá.
