"Lyanna Stark, su madre, le recibe en sus aposentos con un fuerte abrazo.
- Prométeme, por los antiguos dioses y los nuevos, que vas a volver.
- Lo prometo -ambos sabían que era una mentira, algo que no era seguro, pero prefieren aferrarse a una d...
Jacaerys, mientras tanto, guía a los norteños a la fortaleza roja. Al estar en la seguridad de su castillo, Jace comienza con el interrogatorio.
— ¿Cómo llegaron aquí?
— Llegamos por mar —responde Sam.
— ¿Dónde encontraré a Aegon? —pregunta Cregan, interrumpiendo abruptamente la conversación.
— Estuvo viviendo en este mismo castillo hace dos siglos. Nadie sabe dónde vive ahora, mi padre miraba fijamente este cuadro por horas buscando la guarida de Aegon —informa, señalando con su cabeza dicho cuadro el cual es un mapa de todo Westeros—. Así que, ¿por eso vinieron?
— Te ayudaremos —responde Cregan, viendo como Sam examina en el cuadro.
— Nadie puede hacerlo —responde con recelo mientras ve a Fuego Oscuro en su vaina, la hermosa espada ancestral de su casa. Decide cargarla en su espalda como un recurso externo, ya que siempre lleva a Hermana Oscura consigo.
— Yo lo intentare.
— Morirás intentando, toda mi familia lo hizo. Yo puedo solo.
— Sí, lo note —responde con sarcasmo, causando el enojo del príncipe, el fuego se puede notar en su mirada.
— Los dragones atacaron de día, nunca lo hacen —responde, acercándose con enojo—. No estaba preparado, no pasará otra vez.
— ¿Y porque atacaron de día?
— Es claro que querían sorprendernos, están desesperados por aniquilar a mi familia.
— ¿Por qué es así? ¿Por qué ahora?
— Haces muchas preguntas —desvía el tema a propósito, ya que ni siquiera él sabe la respuesta. Es el último de su familia, la carga de su linaje la lleva en sus hombros, y ese alfa soberbio le distrae—. Mi padre pasó su vida buscando respuestas año tras año, hasta que desapareció mi madre. Buscando en la torre, buscando en los archivos familiares...
— ¡Sam, la torre, empecemos ahí! —su amigo asiente y se retira en dirección de la torre que anteriormente Jace les mostró—. Salvaremos a tu familia, Aegon será asesinado.
— ¿¡Y quién lo va a asesinar sino yo!? ¿¡Quién tendrá el valor!?
— Si vas allá estarás solo, desarmado e indispuesto, y no puedes ver en la oscuridad. En la mañana lo cazaremos, pero juntos —dice, acercándose al joven que le mira con esos ojos purpura que, a pesar de todo lo que ha pasado, le ven con una inocencia y confianza que le sorprende.
Cregan escucha al joven príncipe resoplar, pero ya no tiene la paciencia para poder soportar los berrinches de ese atractivo e inteligente omega, por lo que cuando este se voltea le golpea en la nuca como le enseñaron y lo toma en brazos.
— Lo siento —susurra.
Jacaerys abre los ojos y siente la comodidad de su lecho, lo cual es extraño, pero rápidamente conecta puntos.
— Stark… —con la indignación a flor de piel, se levanta dispuesto a gritarle mil y un improperios a ese alfa.
Cuando pasa por la sala del trono escucha unos ruidos extraños, a lo que decide ir e investigar, desenvainando la daga que porta en su cinto. Abre las puertas y ve que la sala del trono esta oscura por completo, a lo cual toma una antorcha aunque agradece por los rayos que le ayudan a ver unos pocos segundos.
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