Capítulo 3

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—¿Primero Merle o las armas? —Rick preguntó mientras nos escabullíamos en la ciudad.

Afortunadamente, no hay muertos vivientes acechando por esta zona, pero no entiendo por qué. Estábamos junto a una valla que estaba justo debajo de un puente alto que solía transportar automóviles desde el centro de la ciudad hasta las autopistas de salida. Cuando pensaba en coches, lo único que recordaba era gente chocando todo el tiempo. Siempre he sido pésima conduciendo coches, así que me quedé con las motocicletas, eran más fáciles para mí y mucho más divertidas.

—¡Merle! Ese no es punto de discusión—Dijo Daryl enojado mientras caminaba delante de nosotros con su ballesta extendida y cargada para matar.

Rick pareció ignorarlo mientras se giraba para mirarnos a Glenn y a mí. —T/n, Glenn. Conocen el lugar. Ustedes deciden.

En nuestro camino hacia aquí le había dicho a Glenn exactamente dónde lo había visto por última vez, después de asentir el uno al otro. Glenn respondió mientras me adelantaba. —Merle esta más cerca. Las armas nos harían volver atrás.

—Además- —Miré a Glenn mientras hablaba—. Donde Rick dejó caer la bolsa, todavía hay caminantes dando vueltas  —comenté haciendo que Rick desviara la mirada avergonzado.

Después de aclararse la garganta, Rick volvió a sacar a relucir su tono de líder, o sería su tono de sheriff.

—Vamos.

———Andrea's pov———

Después de nuestra leve interrupción por parte del marido de Carol, comenzamos a lavar la ropa en silencio. Su presencia me hizo querer darle un puñetazo en la cara, pero no podía... especialmente si eso significaba que algo le pasaría a Carol.

De nuevo...

Decidí romper el silencio, mientras no hablemos de nada malo como antes todo debería estar bien ¿no?

—Entonces, ¿qué piensan de esa chica?

Todos me miraron con miradas inquisitivas y Carol fue la primera en responder: —¿La chica que Glenn abrazó? Al principio pensé que era un zombie, cubriéndose de pies a cabeza, y su rostro no ayudó.

Todos nos reímos y parecía una reacción común de todos en el campamento. Recuerdo haberla visto con las manos en alto en señal de rendición y sólo entonces me di cuenta de que era una persona viva. Fue un milagro que nadie le disparara.

Jacqui habló: —No sé ustedes, pero noté que Glenn la adulaba —se rió para sí misma después de decirlo, probablemente pensando en más formas de burlarse de Glenn.

Mi hermana se rió ante este comentario y añadió: —¿Crees que le gusta a Glenn?

Me encogí de hombros insegura, ella los salvó una vez antes de que pudiera ser solo familiaridad. Pero Carol y Jacqui instantáneamente dijeron "Sí" al unísono, lo que nos hizo reír a todas nuevamente.

Seguimos bromeando sobre el afecto de Glenn, al menos eso fue hasta que el marido de Carol, Ed, decidió venir y ser un gran idiota.

—Concentrense en su trabajo, no es un club de comedia.

En ese momento estaba molesta y enojada, así que lentamente me levanté mientras las demás se callaban y comenzaban a lavar en silencio. No estaba dispuesta a darle ese privilegio porque no podía soportar más la mierda que salía de su asquerosa boca.

—Sabes qué. Si no te gusta cómo lavamos ropa —le lancé una prenda asegurándome de que golpeara su pecho—. Te invito a que lo hagas tú. Aquí tienes.

Bitten But Alive (The Walking Dead x F!Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora