La Protagonista Rechaza el Harem: ¡Dámelo a Mí!

Capitulo 1

Capítulo 1: "El Espejismo de la Realidad"

La luz del exterior se filtraba a través de las cortinas entreabiertas de la ventana, iluminando con suavidad la habitación. En la cama, un diminuto cuerpo se retorció incómodo al despertar.

Los párpados temblaron ligeramente antes de abrirse lentamente, revelando unos ojos de un verde brillante.

El cuerpo, de apariencia delicada y bonita, se incorporó con torpeza, mostrando una expresión confundida y perpleja en su rostro.

Su cabello negro y largo contrastaba con la piel pálida como la nieve, destacando sus rasgos finos y delicados. A simple vista, parecía una pequeña belleza, nadie sospecharía que en realidad no era una niña.

"¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar?" se cuestionó a sí mismo. Su último recuerdo era el dolor de una bala en su abdomen y la sensación de desangrarse lentamente.

Los recuerdos previos a su muerte llegaron como una tormenta. Era un policía tras una organización que había introducido una droga experimental en el mercado negro. Su equipo había encontrado la ubicación donde se producía la nueva droga, resultando en un enfrentamiento mortal que lo llevó a su fin.

Aún recordaba la visión de su propia sangre empapando su ropa, el frío que se apoderaba de su cuerpo, y la lenta detención de su respiración y latidos cardíacos. Su muerte fue indolora, pero una profunda sensación de arrepentimiento lo invadió al contemplar las oportunidades no aprovechadas.

Un sentimiento de pesar lo abrumó, deseando haberse arriesgado más y desafiado sus miedos.

Con la mente en un torbellino de emociones, llevó sus diminutas manos a la cabeza, sintiendo una presión abrumadora. El dolor persistió hasta que el último recuerdo apareció.

En ese instante, un suave golpe en la puerta lo sacó de su introspección, interrumpiendo sus pensamientos y sumergiéndolo de nuevo en la realidad.

Toc, toc.

Una voz suave se dejó oír desde el otro lado de la puerta.

- ¿Eden, ya despertaste?

"¿Eden?"

Una expresión de confusión se reflejó en su rostro.

Frunciendo levemente los labios, murmuró para sí mismo - Supongo que ese es mi nombre, o más bien el nombre del cuerpo original.

Con delicadeza se deslizó fuera de la cama y se dirigió hacia la puerta.

- Sí.

Aunque no comprendía lo que sucedía a su alrededor, no era el momento para cuestionamientos. Observar la habitación y su propio cuerpo era suficiente para darse cuenta de que algo no estaba bien.

Empujó la puerta y se encontró con una joven ataviada con un traje de sirvienta, de rasgos suaves y delicados, con el cabello dorado recogido en una coleta.

Sus ojos escudriñaron a Eden de arriba abajo, mostrando una severidad inquebrantable.

- Eden, ¿por qué no te has cambiado todavía? - su tono se endureció - Sé que este es tu primer día, pero debes saber que la familia Butcher es muy estricta. Si no cumples con tus deberes, te despedirán.

Asintió repetidas veces, sin comprender del todo la situación pero consciente de la necesidad de actuar con normalidad.

- ¿Qué haces aquí todavía? Ve y cámbiate rápidamente, debemos estar abajo en 6 minutos - le entregó un traje y lo empujó de regreso a la habitación.

El traje, de un azul oscuro con detalles blancos, despertó un presentimiento inquietante. ¿Por qué una falda en lugar de pantalones?

Con temor, entró al baño y se acercó al espejo.

En el reflejo, se mostraba un rostro pequeño y delicado, con una piel suave y clara, ojos con párpados dobles en forma de pétalos y un cabello largo y oscuro como la noche.

Sobresaltado por la sorpresa, tropezó y cayó de espaldas al suelo.

- ¡Esto... esto... no es un chico!