xᴠɪɪ. ᴍᴏᴛʜᴇʀ

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Advertencia: Este capítulo contiene violencia familiar, verbal y física

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Advertencia: Este capítulo contiene violencia familiar, verbal y física. Abuso de drogas y alcohol y temas sensibles. 


Cinco años atrás.

Su padre había fallecido hace un año, un año de conflictos y mal tiempo en su hogar.

Narumi recibió el cigarrillo que emanaba un fuerte olor y había pasado por todo el grupo en un círculo. La música se hacía cada vez menos presente a sus oídos cuando inhalaba por la boca de aquella sustancia en sus manos. Sus ojos se sentían pesados y sus labios se curvaban en una leve sonrisa. Se sentía en calma por primera vez en semanas, semanas que llevaba moviéndose y haciendo cosas sin parar. Aquel episodio de hipomanía que la hacía pensar menos en el fallecimiento de su padre, y que no le daba ganas de descansar.

Las luces de fiesta iluminaban su rostro de vez en cuando, y bebía del líquido de su vaso mientras observaba su alrededor con poca lucidez. Estaba con un grupo de personas que decía que eran sus amigos, pero todos sabían que en el fondo no era así. Solo se juntaba con ellos en fiestas o para salir, nada más. Los sonidos se hacían más confusos, no distinguía la música del parloteo constante del grupo, ni de las personas que se reían en la piscina, ni de su celular que sonaba sin parar. Sentía su propia respiración como nunca. Sintió que era real, que volvió a la realidad, y el golpe crudo de esta no le gustó para nada.

Había pasado menos de una semana desde su diagnóstico, ignoraba sus medicamentos, y seguía haciendo todo lo que el médico le dijo que no hiciera. La verdad no le importaba. Su "bienestar" aún le hacía creer que de verdad estaba bien, y no necesitaba de ningún estúpido medicamento para estar mejor.

Llegó a su casa, en un estado en el cual ni ella sabía como lo había hecho para llegar. Ni para abrir la puerta. Pero al entrar y darse vuelta, cree divisar la figura de su madre en las escaleras, estaba en su bata azul claro, sus oscuras ojeras y un cigarrillo en su mano. Llevaban meses discutiendo por ocasiones similares, pero esta fue diferente.

—¿Dónde mierda estabas? —alzó la voz.

La joven se balanceó un poco, con sus ojos rojos y sus labios entreabiertos, sin entender realmente o procesar la pregunta.

—Narumi, te hice una maldita pregunta. —se acercó a ella apagando el cigarrillo en un cenicero. —¿Estás drogada? ¿Qué mierda haces Narumi?

La chica la miraba y frunciendo el ceño, trató de formular una respuesta. —Estaba... donde mi amiga... Oyuki-chan. Te dije antes. —respiró nerviosamente con dificultad.

—No me mientas. —la apuntó y alzó aún más la voz. —Dime ahora donde mierda estabas, estoy perdiendo la paciencia.

—No lo sé, mamá. —se pasó las manos por el cabello, como si de repente le molestara y quisiera arrancárselo. —Por favor, déjame ir a mi habitación.

the way you are - takashi mitsuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora