三 : Saluda a nuestro pequeño

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- Zhan -



Al despertar Yibo no estaba a mi lado, pero podía sentir el olor de algo quemándose. Rápidamente me vestí y fui a la cocina, asustado de que algo haya pasado, encontrándome con un desastre, algo quemándose en la cocina y a Yibo de un lado a otro, estaba sucio y con expresión de pánico. – Wang Yibo, ¿Qué paso aquí? – pregunté acercándome.

Él me noto, tomando lo que sea que se quemó sobre la cocina, metiéndolo bajo el chorro de agua en el lavado. – ¡Ah! Ehm, quise hacerte el desayuno –dijo abriendo la pequeña ventana, dejando que un poco del olor y el humo salieran, arrojo algunas cosas más al lavado antes de hablar de nuevo. – No salió muy bien.

– Tú crees – dije sarcástico, moviendo mi mano para alejar un poco el humo negro.

Tosí un poco, algo que hizo cambiar su semblante y acercarse rápidamente a mí, tomo mis manos y me alejo, llevándome hasta el sillón. Mientras acariciaba mi vientre, lo vi abrir las demás ventanas, y se sentó a mi lado abanicándome con un libreto que tenía sobre la mesa. – ¿Estas bien, Zhan Ge? ¿Te duele algo? ¿El bebé está bien? – preguntó rápidamente.

Asentí, indicándole que ya no era necesario que me abanicara. – Estoy bien –dije. Yibo rápidamente pego su oído a mi vientre, escuchando a nuestro bebé. Suspire, dejando mis dedos en sus cabellos, sé que no es experto y no creí que hiciera tanto desastre en poco tiempo. – Estamos bien, de verdad. No tienes de que asustarte.

Finalmente me miro, acomodándose nuevamente a mi lado. – No fue apropósito, no sé qué ocurrió. Intente prepararte el desayuno, estaba todo bien, estaba vigilándolo y de pronto comenzó a quemarse –dijo rápidamente. No pude evitar hacer una mueca, recordando que cocinar no era justamente una especialidad de Wang Yibo. – Iré y comprare el desayuno, o podría pedírselo a mi asistente, ¿Qué quieres, Zhan Ge?

Apenas pude balbucear, vi como tomo su teléfono, escribiendo rápidamente, había olvidado lo enérgico que era y como intentaba hacer varias cosas a la vez; Seguía dudando que fuera un humano. Suspirando, seguí acariciando mi vientre. Yibo volvió a sentarse a mi lado poco después, diciéndome que había pedido que nos trajeran comida. – Lo siento, Gege. No creí que quemaría el desayuno, pero te prometo limpiar todo.

– Eso espero –dije en un suspiro.

Yibo beso mis labios, acariciando despacio mi vientre de nuevo. – Quería hacerles algo antes de irme – dijo. Lo observe, sabía que tenía poco tiempo, pero creí que se quedaría más. – Retrase una de las grabaciones para venir a verte, así que debo irme en unas horas. Pero prometo venir de nuevo lo más pronto posible, debo reajustar mi agenda.

Asentí, aunque no pude evitar hacer un puchero.

Beso mis labios, uniendo nuestras frentes. Me aleje poco después para ir a la habitación, tome mi teléfono y la carpeta de mi última ecografía, volví con Yibo que me miraba sin entender. Abrí la carpeta para mostrarle la ecografía que me habían dado de nuestro hijo, enseñándosela a él. Su mirada quedo sobre la ecografía unos minutos, viendo a nuestro bebé.

Me acomode a su lado, buscando en mi teléfono el video del ultrasonido para que pudiera escuchar el latido del corazón de rabanito. Cuando escucho los latidos, finalmente me miro. –No te sobre esfuerces, Bo di. Descansa de vez en cuando y duerme como es debido –dije con calma. – Recuerda que tenemos un bebé en camino.

Yibo asintió, rodeándome con un brazo. –Te lo prometo, Zhan ge – dijo en voz baja. Unió nuestras frentes otra vez, quedándonos escuchando los latidos del bebé un rato; Hasta que sentí hambre, por suerte su asistente trajo el desayuno minutos después. Apenas dejo que entrara, lo atendió desde un pequeño espacio entre la puerta y el marco, le dijo que dejara el desayuno y se fuera, alegando que no tenía por qué entrar.

Aˡᵍᵒ ⁱᵐᵖᵒʳᵗᵃⁿᵗᵉ qᵘᵉ ᵈᵉᶜⁱʳᵗᵉ - [Yizhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora