EN CADA HABITACIÓN (PARTE 1)

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Los pájaros entonaban sus cantos alegres, saltando de rama en rama, fusionando sus melodías en una armonía encantadora. Las cortinas danzaban con suavidad al compás de la brisa, mientras los rayos del sol se filtraban por la ventana, bañando la habitación con un cálido y acogedor resplandor.

Tal vez no tan acogedor, Calum se estaba sintiendo sofocado por el calor. Se movía de un lado a otro en su cama e intentaba abrir sus ojos.

Se sentó bruscamente.

"¡Chicos!", gritó, extendiendo su mano frente a el.

Confundido, miro alrededor, y se percató de que estaba en su habitación. Sacudió su cabeza un par de veces. Cerró y abrió sus ojos, de repente, sintió como su cabeza pulsabapulsabapulsaba.

Se frotó la sien lentamente, tratando de aliviar el dolor palpitante.

Ugh, que dolor tan desagradable.

"¿Estaré con resaca?" se cuestionó mientras se deshacía de las sábanas.

Se puso de pie y se observó detenidamente en el espejo de su habitación. Todavía llevaba la ropa del día anterior... ¿Qué hizo ayer?

Estuvo en la casa de Luke y... ¿luego qué pasó?

No importa, los llamaría más tarde. Seguro decidieron "tomar prestadas" unas cervezas del padre de Luke. No es como si a él le importara.

Buscó su teléfono por la mesa de noche, su escritorio e incluso debajo del montón de ropa sucia junto al armario. Tendría que llamarlos desde el teléfono de casa.

Suspiró y salió de su habitación, sin molestarse en ponerse los zapatos.

La casa se encontraba sumida en silencio, nadie en los cuartos viendo televisión, nadie en la sala leyendo, y la cocina completamente vacía: nadie había hecho el desayuno.

"¿Mamá?" preguntó Calum, recorriendo la casa vacía.

Deambulaba por los cuartos, revisando armarios y baños. Pasaron horas y el lo único que se le ocurrió hacer fue esperar sentado en el sofá de la sala, viendo por la ventana a que alguien llegara.

Sumido en un trance viendo a las personas cruzar por la calle, escuchó un carro estacionándose en el garaje, llaves chocando entre sí y una puerta abriéndose y cerrándose.

Corrió rápidamente hacia la puerta que conectaba la cocina con el garaje y vio el rostro de su madre iluminarse al verlo.

Ella colocó las bolsas del supermercado sobre la mesa del comedor y extendió sus brazos para que Calum la abrazara, gesto que él aceptó de inmediato.

Se sentía como un niño pequeño otra vez, solo deseaba que ella preparara su comida favorita, y eso era precisamente lo que ella planeaba hacer.

Ambos en la cocina, charlando mientras el sol se ocultaba y la noche caía sobre la casa.

Calum sintió una brisa fría.

"Deberíamos de encender la calefacción.", comentaba ella.

"¿En verano?", le preguntó Calum mientras picaba la cebolla. La cocina se había llenado de un olor exquisito. Ya quería probar lo que su mamá le estaba preparando.

Ella solo se encogío de hombros y continúo revolviendo la salsa.

Cenaron juntos mientras platicaban sobre las pequeñeses del día a día. Que agradable volver a platicar con mamá.

¿Volver?

Calum se detuvo a reflexionar, cuestionándose por qué estaría pensando en algo así.

"Yo lavaré los platos, ¿Por qué no vas a la sala y buscas una película para ver?" Sugirió ella mientras recogía los platos y vasos, caminando hacia el fregadero.

Calum, sin pensarlo dos veces, se levantó y se dirigió a la sala, pero no sin antes darle un beso en la mejilla. Ella sonrió sin voltearlo a ver e inició la tarea de lavar los platos.

La noche parecía haber rodeado completamente la casa, por las ventanas solo se miraba oscuridad. No se podían observar ni siquiera las luces de la calle, el bullicio de la gente caminando por la tarde había cesado completamente.

Mientras caminaba por el pasillo, decidió apreciar cada una de las fotos colgadas. Él con sus abuelos, con sus primos, en Navidad y Año Nuevo, con su madre en una fiesta de cumpleaños y... su cabeza estalló en un dolor tan punzante que hizo que se le doblaran las piernas.

Le tomó un par de minutos poder erguirse para ver nuevamente la foto que le había causado tal dolor: su madre entrando a una cabaña abandonada. La cabaña estaba rodeada de un espeso bosque, infinito ante los ojos de Calum, la espalda de su madre aparentaba estar llena de rasguños y...¿Sangre?

¿Por qué tenían algo así en casa?

Calum se regresó a la cocina rápidamente.

"¡Mamá! ¡Mamá!", gritaba desesperadamente sin respuesta alguna. La temperatura se sentía que iba descendiendo de manera rápida.

Llegó a la cocina.

No había nadie.

Un sudor helado le corrió por la espalda mientras miraba frenéticamente de un lado a otro. Que frío hacía. ¿Dónde está su mamá?

"Te dije que fueras a la sala y buscaras una película." Una voz gruesa se escuchaba emanar del oscuro pasillo.

Calum lentamente volteó a ver, justo cuando creyó haber visto una silueta acercarse...todo se volvió oscuro.

TIERRA DE DEMONIOS (5SOS FANFICTION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora