Emma , una actriz argentina de teatro , mas o menos conocida , amiga cercana de Matias Recalt , con quien mantiene un vinculo sexo-afectivo , le consigue trabajo para rodar una película, ahí conoce a Enzo Vogrincic , un hombre que le quitará el alie...
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—Me gustas de cualquier forma, chiquita. Ni siquiera lo dudes..
No quiero romper este momento pero es perfecto para contarle a Enzo mi falsa situación y ver si me puede ayudar, no sé que me va a decir, pero no creo que me deje en la calle. O sea, según los chicos es bastante empático.
Según los chicos...
Cada vez me auto convenzo más de que esto es una locura, ¿como voy a decirle algo tan delicado cuando ni siquiera se cual es su color favorito? Y por otro lado me halaga el hecho de saber que me tienen tanta confianza, inhalé todo el aire posible en mis pulmones para poder empezar a hablar.
—Quería preguntarte algo. -empecé con la voz entrecortada de los nervios- mi casa... La dueña del apartamento me echó porque no renové contrato y mi mamá no está en la ciudad y los chicos, intenté decirles pero todos tienen algo que hacer y...
Entre tanto balbuceo Enzo colocó su dedo indice en mi boca indicando que me callara, me sentí tan estúpida por no poder formular unas solas palabras, bajé la cabeza de la vergüenza y automáticamente Enzo la levantó de vuelta tomándome del mentón, me hizo verlo a los ojos y seguido acarició mi rostro.
—Quédate en mi casa todo lo que quieras, Uma y Ada son mi única compañía. Yo me puedo quedar en el sillón, aunque ella dormirían con vos porque están acostumbradas a dormir en la cama.
Sonreí tiernamente, que hombre tan hermoso, es tan fácil juzgarlo de antipático y egocéntrico. Pero es solo la pinta, detrás de esa piedra lo es todo, todo lo bueno.
~sos tan perfecto, que asusta , sí, sos un quilombo hermoso , un cúmulo de imperfecciones que te hacen tan perfecto que ni vos te das cuenta.~
Enzo aun no se separaba de mi, empezó a balancearnos mientras tarareaba una canción que logré reconocer al instante
~Cuerpos de luz Corriendo en pleno cielo Cristales de amor amarillo No dejaré que seas fría Yo podría calentarte Para abandonarme y renacer~
Quizá esto sea mas fácil de lo que pensaba, es decir, hace menos de 10 minutos estaba Candela frente a nosotros y aún así el está tan tranquilo. Al menos para mi, eso es un avance.
—Gracias, Enzo. Igual , tranqui que yo me quedo en el sillón.
Sonrió de lado.
—O dormimos los dos juntos en la cama.
—Con Umita y Hadita.
—Y si pensamos en hacer algo indebido las sacamos para no traumarlas.
Los dos reímos , me fascina la risa de Enzo, podría usarlo como ruido blanco para dormir por las noches, lo tomé por el cuello y empecé a acariciar el pelo que queda a penas arriba de su nuca, me acerqué poco a poco para besarlo pero de pronto se escuchó a alguien decir "uhum" detrás.
Me solté de su agarré y al voltear nos encontramos a Matias , debo agregar que se lo veía bastante incómodo por la situación y no intentaba disimularlo, Matias nunca intenta disimular nada, era unas de las cosas que siempre me gustó de el, pero en este preciso momento la incomodidad es de parte de los tres y mucho no me gusta, je.
—¿Vienen a comer o prefieren comerse entre ustedes? -soltó intentando hacerse el gracioso.
Enzo soltó una risita leve , yo en cambio, solo regalé una sonrisa de boca cerrada, el uruguayo me tomó de la mano y suspiró.
—Vamos , chiquita.
Fuimos los tres al patio, la ensalada ya estaba servida, como laburan estos eeeh, los chicos al vernos nos llamaron para sentarnos, Juani se me tiró encima , envolviéndome en un abrazo, Agustín estaba cortando la carne, Enzo Matias y yo nos sentamos en la mesa, Blas sonreía mientras tecleaba el celular.
—¿Estas enamorado Blas? -pregunté divertida.
Agustín empezó a reír con sarcasmo mientras metía un pedacito de carne a su boca.
—Ese gato se la pasa enamorado pero de todas.
—Así todas están felices. -se excusó mientras reía.
Empezamos a comer, contando chistes o anécdotas, intentado no atragantarnos con la comida, Matias y Enzo olvidaron sus diferencias y se los veía de vuelta como amigos, cosa que a mi me aliviaba mucho, no podría soportar que esos dos se pelearan POR MI.
Terminamos de comer , limpiamos todo para dejarlo listo para mañana y cada uno fue a su habitación, Mati se me acercó y dejó un beso en mi frente antes de irse.
—Te quiero mucho, hermosa.
Sin decir mas nada , se volteó y se fue, quedé parada en medio de la sala de estar, pensando en todo y la vez en nada, cuando estaba en el prime de la disociación, sentí unos brazos rodearme por la cintura, pegué un leve salto por el contacto tan repentino, de vuelta escuché la misma canción pero diferente verso.
~Explosiones Explosiones en tus ojos Agujeros en la tierra Y un verde profundo en el mar Hay algo en el aire Un detalle infinito Y quiero que dure para siempre~
Sonreí , me voltee y tomé a Enzo por los brazos, acariciando los mismos.
—¿Te gusta esa canción? -pregunté.
—Me gustas vos... Y también la canción.
Siguió cantando la misma canción.
—Te la dedico.
Quedamos en completo silencio, acaba de dedicarme Amor amarillo, acaba de dedicarme una canción de Gustavo Cerati... GUSTAVO CERATI. este pibe quiere enamorarme. Me tomó de la mano y empezó a caminar.
—Vamos.
Quedé confundida, ¿a donde me lleva?
—¿A donde vamos, Enzo?
—Vas a dormir conmigo.
Que hombre tan demandante, me encanta.
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