Estoy aquí, sentado al filo de la cama a las 3 de la mañana, "lo hice otra vez" solo eso me repito mientras volteo a mirarla... Y la verdad no sé que es mejor, follar con tristeza y que poco a poco esta vaya desapareciendo, pero que se quede una pizca, solo una pizca durante todo el acto, porque follar con tristeza es dulce, gentil, hasta romántico... Pero follar con odio. ¡Joder!
Eso es algo casi indescriptible, la manera en que los 2 sentimientos se entrelazan es diabólico, sentir que al fin tienes lo que te negaron, pero cuando ya poco importa, cuando ya por poco lo olvidabas, aun así no puedes, no quieres desaprovechar la oportunidad de tener lo que deseaste tanto tiempo y simplemente te desahogas en un océano de euforia y placer. Sin embargo, aquí estoy, consolando a una "amiga". Mejor dicho consolándonos el uno al otro, pero hay una diferencia, que ella duerme y yo no, tan tranquila, olvido su dolor, mientras que yo aún no puedo olvidarte. Y si algún día por azares del destino, tú y yo nos encontramos en esta situación. Créeme que te follaré con odio, por todos los años que me hiciste esperarte.
ESTÁS LEYENDO
200 CARTAS
PoetryY con el pasar del tiempo aprendí que este no da tregua, la mente tampoco... Esta es mi condena por amar tanto a alguien que me quiso tan poco, aun así no me arrepiento, pues la experiencia no tiene precio y esta historia será testigo de eso.
