Fue en ese momento donde comprendí lo que pasaba, justo ahí, cuando volteaste con esa genuina sonrisa pensando que era él. Pero cuando me viste a los ojos, tu rostro cambio por completo y lo único que pudiste decir fue mi nombre. Entonces entendí, que no era cierto que fueras fría o cerrada, aunque me "quisieras". Simplemente, no era esa persona, ese tipo de persona que te hacía sonreír con tanta alegría.
Supongo que jamás lo seré, porque si antes que era "bueno" no lo logré, peor ahora que soy odiado y desinteresado a todo lo que me rodea. Que mal chiste, al final dar tanto y no obtener nada más que olvido y amargura.
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200 CARTAS
PuisiY con el pasar del tiempo aprendí que este no da tregua, la mente tampoco... Esta es mi condena por amar tanto a alguien que me quiso tan poco, aun así no me arrepiento, pues la experiencia no tiene precio y esta historia será testigo de eso.