He visto a la muerte a los ojos, también he visto a los ojos al mismo diablo y déjame decirte que ninguno tiene una mirada como la tuya, tan llena de rencor y alegría. No entendía cuando me decían que tu mirada despertaba miedo en sus corazones, pues a mí solo me llenaba de alegría el que me miraras, pero ahora, libre de esa fascinación que tenía por ti. Puedo verlo con claridad, aunque no me produce miedo, al contrario, me deja extasiado, ver tanta perfección en un mortal, como puedes llenar de miedo a algunos y dejar cautivados a otros... Esa mirada es casi hipnótica, es algo que aunque no quieras, no puedes dejar de ver; ahora comprendo por qué me enamoró tanto en primer lugar, una mirada que esconde un gran abismo, pero al mismo tiempo un hermoso atardecer frente al mar.
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200 CARTAS
PoesiaY con el pasar del tiempo aprendí que este no da tregua, la mente tampoco... Esta es mi condena por amar tanto a alguien que me quiso tan poco, aun así no me arrepiento, pues la experiencia no tiene precio y esta historia será testigo de eso.