Cuando sabes que ya no tienes nada más que perder, es cuando en realidad comienzas a disfrutar... En ese momento tienes 2 opciones, o te quedas quieto a ver como todo arde y mueres del aburrimiento o disfrutas tus últimos momentos haciendo lo que siempre has querido, no importan las consecuencias, son insignificantes una vez ya estás muerto. Y es mejor morir en llamas que perecer congelado.
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200 CARTAS
PoesiaY con el pasar del tiempo aprendí que este no da tregua, la mente tampoco... Esta es mi condena por amar tanto a alguien que me quiso tan poco, aun así no me arrepiento, pues la experiencia no tiene precio y esta historia será testigo de eso.