Empresa Sparkle
Los tres responsables de que aquella tradición se llevara a cabo cada año se hicieron presentes a las ocho en punto como habían acordado, mientras el padre y el hijo subían al piso donde trabajaban, Morela comenzó a acomodar el cuaderno con la lapicera sobre la mesa redonda, para que pusieran su nombre y un correo electrónico para que el fotógrafo les enviara de manera digital la foto aparte de la revelada que serían entregadas entre hoy y mañana.
La chica miró lo que prepararon de decoración el equipo contratado para aquel día y sonrió por lo que estaba por suceder en un par de horas.
Subió al piso donde estaban los demás y vio a Jereth casi con la mitad de la cara pintada de verde y con el hocico inflado como el que tenía el Grinch. La maquilladora le pidió que se sentara y comenzó a preparar todo para maquillarla mientras esperaba que el maquillaje del hombre se secara un poco.
—Espero no derretirme con la vestimenta y el maquillaje.
—El aire acondicionado funciona, no tendrías que transpirar —acotó Morela.
Cameron salió de la oficina ya vestido de Papá Noel y maquillado para interpretar a un hombre regordete, colorado y con algunas arrugas en su rostro sin contar con la barba prominente que tenía puesta.
—Vaya, vaya, si casi ni te reconozco —comentó Jereth mirándolo por el espejo del tocador portátil.
—La maquilladora ha hecho un gran trabajo como siempre —dijo con firmeza—, a ti el personaje que te tocó te va como anillo al dedo.
—No lo dudo, si ya sabemos quién tuvo la brillante idea —habló con sarcasmo mirando de reojo a Morela quien sonreía mientras estaba siendo maquillada.
—Vos no te negaste mucho —rio ante su contestación.
—Y tú tampoco cuando te dije para ser Martha May.
Morela se rio, pero le respondió.
—Bueno, es cierto, tampoco me tuviste que insistir mucho, pero solo porque quería verte como el Grinch.
—Sí, seguro —se le asomó una sonrisa.
—Los dejaré solos, los espero abajo.
—De acuerdo —le dijo su hijo.
🎄
Unos minutos antes de las diez de la mañana, Morela se encargó de abrir las puertas de la empresa y sacó a la vereda un cartel anunciando que estaba Papá Noel visitando la empresa para sacarse una foto con cada niño que quisiera verlo.
Un niño se acercó a la empresa tirando de la mano a su madre para que se apurara en ser el primero en ver a Santa y sacarse una foto con él.
—Hola, ¿cómo estás? ¿Listo para sacarte la foto con Papá Noel?
—Hola, ¡sí! Feliz de poder verlo.
—Me alegro —le dijo con una sonrisa.
Un grupito de siete niños se amontonó junto a sus madres y padres, y la joven les pidió que formaran una fila para que todos pudieran tener su momento con Papá Noel.
—El año pasado vine con mamá, había un duende, ¿no está más?
—El duende este año se tuvo que ir al Polo Norte para preparar regalos junto a sus compañeros.
—¿Sos la novia del Grinch? —preguntó una niña.
—Me presento, soy Martha May Whovier.
—¡Sí! ¡Sos la novia del Grinch! —gritó otra que estaba al lado de la primera que preguntó y ambas se miraron con risitas.
—¿Y va a estar él? —curioseó una de ellas.
—Lo llamé, pero me parece que no quiere mover el trasero para verlos a ustedes. Ya saben cómo, ¿no? Refunfuña por todo.
Un gorro de Papá Noel y una cara verde se asomaron por la puerta de vidrio para mirar a los niños.
—¡Vino! —gritó otro niño entusiasmado.
—Ah, mirenlo, si al final movió su trasero verde para estar también acá. ¿Preparados para sacarse las fotos?
—¡Sí! —gritaron todos.
—Entonces, pueden pasar de a uno —los invitó Morela.
Mientras cada niño iba pasando y sacándose la foto sentado en el regazo de Papá Noel, cada padre y madre iba dejando su correo electrónico y el nombre del niño para la foto digital.
Lo que más sorprendió fue que los niños también quisieron sacarse una foto con el Grinch y este ponía caras de malhumor y aburrimiento como solo él sabía hacerlas.
Para ponerle más diversión al día, a Jereth se le ocurrió sacudir el árbol de Navidad haciendo que algunos adornos se cayeran y este se carcajeó al estilo Grinch.
Morela les dijo a los niños que fueran hacia él para detenerlo y se tiraron encima entre gritos y risas. Jereth se escabulló de ellos y se puso detrás de la joven quien se movía de un lado al otro porque él la sostenía de los brazos. Entre los niños y las sacudidas, ella se zafó y caminó con algo de rapidez para alejarse de ellos, pero principalmente del Grinch.
El hombre mostrándoles una sonrisa maquiavélica fue detrás de su enamorada y se puso frente a ella para tomarla de las mejillas y darle un beso en la boca. Los niños gritaron entusiasmados y vitorearon beso una vez más.
Durante el resto de la tarde, hubo fotografías con Papá Noel, risas, escenas divertidas con el Grinch, este se sacó fotos también y algunas junto a Martha May Whovier, hasta que se hicieron las seis de la tarde y todo volvió a la normalidad.
El primero que se cambió de ropa fue Cameron y se retiró de la empresa llevándose consigo el auto. Ellos terminaron de hacer lo mismo casi media hora después para luego salir de la empresa.
Jereth la tomó de la mano y se puso frente a ella para mirarla a los ojos.
—Me parece que esos dos besos que te di cambian el rumbo de nuestra relación.
—Pensé que me los habías dado para representar al personaje.
—¿Eso creíste? Te confieso que cuando me dijiste que yo iba a ser el Grinch, se me ocurrió la descabellada idea de besarte cuando estuviéramos en los personajes.
—Ah, lo tenías todo planeado entonces, ¿no?
—Se podría decir que sí.
—¿Qué somos entonces?
—Somos una pareja —afirmó sin atisbo de dudas y mirándola fijamente a los ojos.
Morela se sorprendió y se sintió feliz ante semejante declaración.
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¡Hola, pronto subiré más capítulos de la historia! Espero que les siga gustando 💜🦋🍁✨
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Nunca es invierno en diciembre ©
ChickLitMorela tiene que hacerle un gran favor a su jefe, recibir a su hijo en el aeropuerto y ejercer de guía de turismo para él puesto que es la primera vez que se quedará un mes en Buenos Aires. Las cosas se complican cuando el arrogante de Jereth y ella...