•La vida es un reloj de arena •

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Capitulo 6

-Ethan-

Kate.

Kate.

Kate.

No consigo que su nombre salga de una vez de mi cabeza y no sé por qué sigue ahí.
Cada vez que escucho su nombre me invade una sensación rara, como si hubiera perdido algo.
Me sentía vacío. Como la parte de arriba del reloj de arena que tenía en mi oscura habitación.

Hace dos semanas que Kate no se paseaba por casa, con su torpeza, dejando libros suyos por cualquier sitio que pasaba, que luego los tenía que devolver a su habitación.

Ya no la encontraba en la piscina mojando sus pies y oyendo música de sus cascos.

Ya no venía a mi habitación a abrir las largas cortinas que no dejaban entrar luz.

Y ya no tenía a nadie para molestar y vacilar.
Pero tampoco es que me tenía que importar mucho, es mi hermanastra, casi familia, así que decidí dejar en mi habitación esas preocupaciones y bajar a desayunar.

-Buenos días Ethan.- Me dijo mi madre.

- Hola-Dije sin mirarla a la cara. Me senté en la barra dándole la espalda y tomando mi café.

-Ethan, ¿podríamos hablar? No dejas de ignorarme.- Dijo acercándose a la barra.

-No quiero hablar.-Dije apartándome.

Mi madre y yo llevábamos dos semanas sin hablar desde que mi padre... murió por mi culpa.

Lo quería mucho, pero mi madre no, ella no mostraba nada de interés en él cuando lo metieron en la cárcel, ya que se quedó sin dinero de su carrera de actor.
Mamá era la típica interesada. Se acercaba a cualquier hombre que tuviera dinero, aunque ella tuviera 30 años, se podría casar con uno de 50 sin importancia.
Lleva haciendo lo mismo desde siempre, y ahora, lo ha hecho con el padre de Kate, pobre de él.

-Cielo, sé que soy una capulla y que soy una interesada, te lo habrás planteado muchas veces, pero una parte de mí sigue queriéndote como te quería tú padre- Me dijo mientras acariciaba mi rodilla.

-Mamá, cada mes me tengo que mover de instituto por ti. Este año ya llevamos 8 veces, y no me dejas vivir mi vida. Ni siquiera puedo hacer muchos amigos porque sé lo que pasará después de unas semanas.-Dije bajando la mirada, enfadado.-¿Te crees que así, porque un día estés aburrida y no tengas nada que hacer voy a tener una conversación decente contigo después de todo?

-Dale una oportunidad a tu mamaita, ven hijo mío-Y abrió los brazos, sacando los labios rojos y carnosos que tenía, como si no le hubiera importado un pimiento mi comentario, como siempre.

-Y una mierda- Y corrí a mi habitación marcando los pasos con fuerza y rabia. Era la peor madre de todas, no se interesaba en mí, sólo quería ser la madre perfecta y joven con un hijo antisocial por su culpa.

Me enfurecí demasiado, así que coji un cojín de mi cama y empezé a darle puñetazos hasta que me cansé y mi habitación quedó llena de plumas.
Ese truco para relajarme me lo enseñó mi padre, me enseñó a soportar a personas como a mí madre.

De repente, alguien tocó el timbre.
Era Kate. Y cómo no, Liam estaba a su lado.

-Hola Ethan-Saludó Kate con un abrazo.

-Hola Kitty Cake- La miré provocativo.
Hasta que Liam cambió de tema.

-Bueno, como la madre de Kate está mejor, hemos decidido ir todos a la playa.-Dijo con pocas ganas de invitarme.

-Me encantaría, y gracias por tu "generosidad", Liam.-Le respondí sarcástico.

-Vamos Ethan, Noah nos está esperando en el descapotable de Liaammmm -Dijo con un tono divertido besando a Liam.

Aquel viaje•inolvidableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora