•Los sentimientos ocultos•

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Capitulo 19

-Kate-

Estaba tumbada en el sofá con Ethan. Él estaba detrás de mí dándome calor y cariño, me encantaba levantarme con él al lado.

-Buenos días enana.-Dijo con su voz ronca acariciando mi hombro.

-Buenos días pequeño Ethan.-Le dije sonriente.

-¿Has soñado conmigo Kitty Cake?-Dijo mirándome con aquel brillo que iluminaba su perfecto rostro.

-¿Por?-Pregunté nerviosa ya que me movía mucho a la noche y podía soltar cualquier estupidez.

-Por nada jaja.-Dijo en carcajadas.

-Dímelo.-Dije empezando a hacerle cosquillas.

-Conmigo no funciona enana.-Dijo sin mover ni un músculo.

-Serás-Mi palabra se quedó en nuestras bocas porque ni siquiera me dejó terminar antes de que nuestros labios se rozaran.

-Lo sé pequeña Kate, no tengo remedio.-Dijo besando mi frente cómo hacía diariamente.

-¿Me lo vas a decir de una vez?-Le pregunté por segunda vez.

-Muy astuta pero no, jaja.-Dijo en un tono burlón.

-¡Ethaaan!-Dije sin gritar mucho ya que no quería despertar a nadie más.

-No has dejado de abrazarme. Y varias veces susurrabas mi nombre. Ethan...Ethan, jaja.-Dijo elevando mi cabeza hasta que me encontré con sus lindos ojos.-Eres muy mona Kitty Cake.-Dijo juguetón.

-Para, me estás dando vergüenza.-Dije arrepintiendome de no haberme sellado la boca con cinta adhesiva.

- ¿Por qué enana? Sigues siendo mona.-Dijo con una sonrisa molestona.

-Calla que tú parecías un osito a mí lado.

-¿Ah si? ¿Te daba calor pequeña?-Dijo mordiéndose los labios. Amaba ese gesto tan típico en él.

-Ethan, no empieces.-Dije intentando no caer en la tentación de besar sus carnosos labios.

-Me deseas, ¿a qué sí?-Me preguntó tentandome aún más.

-Sabes que sí.-Dije sin dejar de mirar a esa mandíbula marcada.

-Yo más a tí.-Dijo y empezó a hacerme caricias en el cuello.

Sus besos que subían y bajaban por mi piel eran fríos y eternos. De pronto se acercó a mis labios y me besó tiernamente dejándome embobada a su lado.

-Diós, te amo Ethan.-Solté cuando se quedó acariciando mi mejilla haciendo que temblará más y que mi rostro se pareciera a un tomate.

-Te amo infinitamente.-Dijo acariciando mi brazo desnudo.

-¿Acaso eso existe?

-Claro listilla.-Dijo enseñando ese pequeño hoyuelo que mostraba cuando reía.

-Buenos días parejita.-Dijo Noah bajando escandalosamente las escaleras.

-Buenos días enanito del bosque.-Le dijo Ethan burlándose de él, como siempre.

-Hola imbécil.-Le respondió tomando el envase de la leche y bebiendo de ahí.

-Noah pedazo de idiota, no bebas de ahí.-Dije quitándole la botella.

-¿Me haces un café porfa?-Preguntó poniéndome ojitos.

-Si pesadilla.-Dije cogiendo tres tazas, para hacérselo a Ethan también.

Aquel viaje•inolvidableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora