Capítulo 9: En la dirección contraria

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Tal vez si hubiera mostrado más interés por el "vete a la mierda" que le gritó al teléfono, hubiera podido entender que existía la pequeñísima posibilidad de que Jaekyung se apareciera en casa de su abuela para reprocharle algo.

Se zafó de su agarre señalando las marcas de sus dedos en el bazo y Jaekyung retrocedió unos pasos sin mostrar arrepentimiento ni pedir disculpas.

Algo más que sumar a su larga lista de hostilidades.

¿Qué hacía ahí? ¿Por qué parecía esforzarse en joderle la vida?

—¿Desde un principio te planteaste una venganza? No pensé que fueras ese tipo de persona— le encontró con mirada dura, abierta, sin miedo, no supo que decirle y se limitó a sonreír a los vecinos que avanzaban deteniéndose para mirarles con curiosidad y obvia actitud de entrometimiento.

—¿De qué estás hablando? — preguntó bajo para no intensificar la escena. De cualquier modo, la voz de Jaekyung continuaba aumentando hasta salir en gritos innecesarios porque podía oírlo bien y no era necesario gritarse ni nada parecido.

—¡¿Te parece justo el hecho de que hayas contado nuestras intimidades en un espacio abierto al público donde cualquiera podría saber que te referías a mí?! Si tanto daño te hice, si taaanto te lastimé ¿No deberías escupírmelo a la cara? Eso hubiera sido más justo que la puñalada por la espalda. No tienes idea de cuánto podría afectar esto mi imagen. Trabajo con personas en el extranjero.

Dan quiso replicar, pero las palabras se le habían quedado congeladas en los labios.

Poco recordaba de lo que dijo mientras estaba ebrio, pero no iba a mentir; Había ventilado cosas que por obvias razones eran mejor estando sólo entre ellos dos.

—Será mejor que entremos— Jaekyung le siguió escaleras arriba e ingresó el código de acceso con dedos temblorosos. Jaekyung emanaba un extraño olor como si sus feromonas estuvieran ansiosas por someterle.

Entraron en la pequeña casa donde gran parte del espacio todavía era invadido por cajas selladas de electrodomésticos y todo lo que pudo ofrecerle de momento fue una silla.

Se dejó caer acomodándose en un otra de las sillas y tomó el aire suficiente para poder hablar sin muchas pausas.

—Lo lamento— comenzó cabizbajo—. Estaba algo tomado esa noche. Mi mente no era clara y mis sentimientos tomaron el control de mis acciones, en serio me disculpo.

—Soy el puto villano de tu historia.

—No quería hacerlo ver de esa manera.

—Pero lo hiciste.

—¿Por qué te molesta tanto Jaekyung? — harto de reprimir, soportar, contener, callar, ignorar y postergar. Decidió levantar el rostro con la valentía que le hubiera gustado tener meses atrás. Desconoció su propia voz al tiempo en que esta iba aumentando su volumen—. No hablé con mentiras, nunca te pedí nada. No hice nada para molestarte, nunca te obligué a que demostraras algo que no sentías y aun así recibí toda tu...

—Vamos, dilo Kim Dan ¿Recibiste toda mi mierda?

—¡Sí! Eso. No merecía tanta indiferencia sabes. Me conociste en mi peor faceta de vulnerabilidad, una que ni siquiera yo mismo conocía. Me confundiste no una, sino un montón de veces. Te aseguraste de hacerme sentir que teníamos una posibilidad y me arruinaste. Ahora ya no sé ni lo que siento por ti. Estoy furioso, estoy triste. A veces me siento culpable y otras ocasiones tengo miedo de haber perdido a mi verdadero yo. ¿Qué querías que hiciera? Las emociones a veces predominan sobre el razonamiento, y sí; no fue la mejor forma de expresar lo que me estaba pasando, pero...

Atemporal (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora