Naciste en 2019, ya habían pasado 6 años desde que los infectados arrasaron el mundo. Ahora, te llevan a Boston a una escuela militar, tu acompañante de asiento que en un principio pensaste que solo la verías una vez en la vida, en realidad seria la...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ya habían pasado un tiempo desde que toda esa mierda los caníbales paso...
Tuvimos que seguir estancados en el camino para que la herida de Joel sanara por completo. Ellie desde entonces ha estado mas callada y no tan apegada como lo era. No me gustaba, intentaba distraerla o animarla con cosas del espacio muchas veces, pero solo recibía una cortante respuesta.
Sabia que ella no lo hacia por odio ni nada por el estilo, solamente estaba perdida en sus pensamientos...
Joel también ha estado más abierto a nosotros, aunque lamentablemente muchas veces soy el único que responde ante sus comentarios.
Y el invierno paso volando, llegando a la hermosa primavera...
Estábamos caminando por mitad de una carretera elevada y agrietada, tranquilamente y sin ninguna preocupación.
—Y así fue como decidí trabajar de contratista —Termina de contar un breve resumen de su historia, viendo que Ellie sin decir nada se alejaba para ver unas figuras hechas en piedra. Que eran como la pared de esta carretera—. Ah... miren. La universidad...
—¿Que? ¿Donde? —Pregunte girando mi mirada para poder divisar mejor y mi vista es guiada por la mano de Joel. Viendo a lo lejos la universidad Saint Mary, estaba llena de vidrios los cuales eran las paredes, las letras pintadas de oro que ponían su nombre y de una magnitud increíble.
—Aquí es donde nos bajamos —Detallaba Joel entre un suspiro, parecia que no queria lo que decia—. ¿Y Ellie?.
Ante la pregunta de Joel, señale a una Ellie distraída por un ciervo tallado en lo que parece, cemento.
—Ah... ¿Qué le pasa? —Dijo Joel con cierta pena—. ¡Ellie! ¡Ellie!.
En el primer grito, Ellie no respondió, pero al segundo. Esta giro y nos vio...
—¿Me escuchaste? —Pregunto Joel a Ellie.
—No. ¿Que?.
—Mira... El hospital.
Ellie sin decir nada, se acerco a nosotros y seguimos caminando. Según un letrero, esta universidad también servía de hospital y para llegar a el, teníamos que pasar por un túnel al este.
—¿Todo bien, Ellie? —Pregunte preocupado desde lo mas profundo de mi corazón, esta solo asintió levemente y seguía caminando con una sonrisa leve.
—Sienten esa brisa. ¿No? —Y Joel volvió a hablar. Dándome cuenta que un aire fresco impactaba contra mi cuerpo—. ¿Saben? En un día como este, me sentaría en mi porch y agarraría mi guitarra.
—¿Y tocas bien? —Intente seguirle la conversación a Joel, ya que veía como Ellie no hablaba.
—Algo, cuando terminemos con esto, les enseñare a tocar la guitarra —Nos sugirio—. Creo que realmente les va a gustar.