Naciste en 2019, ya habían pasado 6 años desde que los infectados arrasaron el mundo. Ahora, te llevan a Boston a una escuela militar, tu acompañante de asiento que en un principio pensaste que solo la verías una vez en la vida, en realidad seria la...
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La luz del sol entraba por la ventana, bañando la habitación con una calidez que no ayudaba a levantarme. Estaba tirado en la cama, con el brazo cubriendo mis ojos, pero no porque estuviera cansado. Mis pensamientos giraban en círculos, siempre volviendo a lo mismo, Ellie.
Pensaba en el día que nos echó de su casa, a Joel y a mí. En su mirada llena... tristeza y... algo más que no podía descifrar.
Un golpe fuerte en la puerta me sacó de mis pensamientos.
Con un suspiro, me levanté, todavía desorientado, y abrí la puerta. Jesse estaba ahí, con una sonrisa burlona y los brazos cruzados.
—¿En serio? ¿Sigues durmiendo? —dijo.
—¿Por quien será? —respondí con sarcasmo, frotándome la cara y lanzándole una mirada acusadora—. Tuve que quedarme hasta la medianoche arreglando el desastre de alguien...
Jesse soltó una carcajada, sin molestarse en disimular.
—Vamos, admítelo, fue divertido. María no lo vio así, claro, pero nosotros sí.
—Sí, claro —bufé, caminando hacia un rincón para buscar algo de ropa limpia—. Divertidísimo limpiar toda esa porquería mientras María nos miraba como si fuera a mandarnos al exterior sin armas.
—Pero no fue así —Respondió, apoyándose en el marco de la puerta—. Pero hablando de sobrevivir, tenemos patrulla. Apúrate.
Jesse espero afuera y yo me vestí rápidamente, optando por ropa ligera. El calor se estaba haciendo sentir, y ponerse un abrigo era la peor idea. Una vez listo, salimos a las calles de Jackson.
El sol ya estaba alto, y la actividad en la comunidad era la habitual. Niños corriendo, gente intercambiando bienes, y algunos cuidando los cultivos.
Mientras caminábamos, vi a Thor... Un perro viejo, que siempre se recostaba a unas pocas cuadras de la salida de mi casa. Desde hace unos meses comenzó a hacerlo cuando le di comida y supongo, que desde entonces, no se mueve de ahí hasta que le de un pedazo de comida.
—Te encariñaste con Thor, ¿eh? —Me decia Jesse, mientras me agachaba y acariciaba su pelaje frondoso.
—¿Es posible no hacerlo? —Respondí y comencé a hablarle a Thor —. Perdón, amigo. No tengo nada para darte ahora, mas tarde te daré algo... ¿Ya?.
Apenas termine de hablar, con poca fuerza elevo su cabeza y lamio mi mejilla. Eso era un si entonces...
Me levante y seguimos caminando.
—¿Te he dicho que desde que María empezó a planificar más las patrullas por seguridad, Joel no para de corregirme las rutas? —preguntó con un tono quejumbroso, aunque sus ojos brillaban con diversión.
—Se preocupa de que no muera nadie... —respondí poniéndome de lado de Joel, algo que esperaba Jesse.
—Si, pero es mucho. Sobre todo si la ruta lo hare Ellie o tu...