Sorpresa

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Jisoo estaba en pánico, caminando de un lado a otro en la habitación.
Ha intentado calmarse pero ya el día está llegando a su fin y aún no sabe nada sobre su novia.

Esto no puede estar pasando —Murmuró casi llorando. —Tengo miedo, T/n. ¿Qué esperas para llamarme?

Finalizó la llamada, dejando un mensaje de voz más.
Sabe que el trabajo es algo serio y que no puede estar todo el día respondiendo mensajes, pero lleva más de un día sin saber algo de su novia y eso la está asustando.

Saber que está en el servició militar solo hace que su mente se vaya a escenarios terribles.
Trataba de mantener la calma y convencerse a si misma que ese no era el caso.

Ella está bien...

Solo que está ocupada; muy ocupada...

Pero la pequeña voz en su cabeza la estaba llenando de miedos y dudas que solo la hacían pensar que no estaba equivocada.
Se sentó en la cama dejando salir un par de lágrimas, tratando de consolarse a si misma.
Han pasado casi 3 años desde la última vez que la sostuvo entre sus brazos.
Claro que han hecho videollamada desde eso, pero no es lo mismo que estar en persona.
Y le preocupa que tal vez la última vez que se hayan visto haya sido el día en que se fue.

Deja de preocuparte a ti misma, en un rato te llamará —Suspiró frustrada. —Ella está bien, ella está bien —Sollozó, limpiando su rostro.

Lo estoy— Se escuchó mi voz en el pasillo.

Pensó que estaba soñando, pero cuando levantó su mirada y me vio allí, se dio cuenta que todo era cierto.

Estoy más que bien, ya estoy en casa —Sonreí al ver a mi novia.

Se quedó estática unos instantes, se pellizcó a si misma pensando que tenía que despertar de un sueño.

No es un sueño, unnie —Reí y me acerqué. —Estoy aquí

Ella se estremeció al sentir que toqué su brazo, era demasiado para ser verdad.

Estás aquí, enana —Se abalanzó sobre mi, abrazándome con fuerza. —¡Estás aquí~!

Estoy aquí, cariño —Abracé su cuello. —Ya llegué a casa

Tenía mucho miedo, no supe nada de ti en todo el día —Limpió sus lágrimas. —Pensé que te había perdido

Lo siento, no quería arruinar la sorpresa así que no te dije nada al respecto y solo me fui al aeropuerto pero mi vuelo se retrasó —Hice un puchero. Lo siento, unnie, no quería asustarte

No te preocupes —Sonrió juntando nuestros labios. —Ya estás aquí, eso es lo que importa

Besó mi rostro con cariño.
Sus labios permanecían un rato allí.
Escondió su rostro en mi cuello, murmurando una y otra vez lo mucho que me amaba.

Imagina Con JisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora