Daddy~

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No pude evitar gemir al sentir aquella leve mordida en mis labios.
Un escalofrío recorrió mi espalda y cierto sentimiento comenzó a apoderarse de mi cuerpo; algo que ambas hemos estado necesitando últimamente.

Acostadas en la cama de aquel hotel, nos estábamos dejando llevar por una pequeña sesión de besos que comenzó cuando Jisoo llegó del concierto hace un rato.
Con todo el estrés que ella ha tenido, sumado con la falta que me ha hecho, ambas estábamos cegadas en el aroma de la otra.
Besos largos y apasionados, suaves caricias, tiempo de intimidad para conectar con la otra.

Se separó de mis labios para dejar un camino de besos desde mi maníbula hasta bajar a mi cuello.
Rápidamente el sentimiento comenzó a crecer y mi corazón latía con fuerza.
Solo podía pensar en ella, lo mucho que la amaba.

Enredé mis dedos en su cabello, tirando de este suavemente mientras disfrutaba sus besos. —Eso se siente tan bien~

Una sonrisa apareció en su rostro.
Continuó dejando un par de chupones, volviendo la sensación más placentera.
Estimulaba mi punto débil, dejaba suaves mordidas y leves marcas, generando una fuerte descarga de emoción en mi.

Y justo por eso, de mis labios escapó una palabra que jamás pensé decir...

Daddy~

Me sorprendí de mi misma.
Ella rápidamente me miró, su rostro igual de sorprendido.

N-no quise decir es- Bueno, si quería —Me sonrojé. —No quiero incomodarte —Mordí mi labio inferior nerviosa, avergonzada.

No te muerdas los labios así, eso enloquece a tu daddy

Mis ojos brillaron y atrapó mis labios de nuevo.
Al separarse, me brindó esa sonrisa coqueta.

¿Te gusta que te diga así...? —Hice una pausa. —Daddy~

Me encanta —Comenzó a estimular de nuevo mi cuello y no pude evitar gemir. —Hazlo una vez más, tu voz hace que suene perfecto

Daddy~ —Gemí una vez más. —Mierda, me haces sentir tan bien

Una sonrisa escapó de sus labios una vez más.
Sus manos explorando cada rincón de mi cuerpo.

Ay, preciosa —Suspiró contra mi cuello. —Te daré lo que quieras, pero no dejes de llamarme así

Clavé mis uñas en su espalda.
Sentí sus labios en mi cuello.
Sus caderas comenzaron un vaivén sobre mi.

Lo haré, Daddy~

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